3,000 mujeres rompen barreras en el derby de Teherán, pero la lucha por la igualdad en el fútbol continúa.

En diciembre de 2023, se presenció un hito significativo en la larga lucha por los derechos de las mujeres en Irán, cuando 3,000 mujeres asistieron al derbi de Teherán entre Persepolis y Esteghlal. Este evento marcó un notable cambio en un país donde las aficionadas habían sido prohibidas de asistir a partidos masculinos desde 1981, tras la Revolución Islámica. A lo largo de las décadas, activistas persistentes han luchado contra esta prohibición, a menudo disfrazándose de hombres para poder entrar a los estadios, arriesgando su arresto y violencia. A pesar de este aparente progreso, la situación sigue siendo precaria. Las mujeres todavía están prohibidas de entrar en varios estadios a nivel nacional, y las autoridades iraníes, junto con la FIFA, aún no han ofrecido claridad sobre el futuro de la asistencia femenina a los partidos. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, elogió los recientes desarrollos, enfatizando el diálogo entre la FIFA y la Federación de Fútbol de Irán (FFIRI) como un catalizador para el cambio. Sin embargo, los críticos argumentan que las restricciones siguen siendo significativas: solo el tres por ciento de los boletos son asignados a mujeres, y las áreas de asientos a menudo están ubicadas lejos de la acción, negándoles una verdadera experiencia del juego. Los activistas y las organizaciones de derechos humanos no han dudado en condenar la narrativa de progreso de la FIFA. La ven como un agravio para las innumerables mujeres que han enfrentado opresión por simplemente querer disfrutar del fútbol. Los comentarios de Infantino han sido descritos como una "bofetada", y muchos activistas argumentan que cualquier avance es el resultado directo de su incansable activismo en lugar del compromiso de la FIFA. El escepticismo en torno a la participación de la FIFA se alimenta de recuerdos de promesas anteriores que no se han cumplido, dejando a muchos desilusionados. Históricamente, la prohibición de la asistencia de mujeres se justificó bajo el pretexto de promover la "castidad", y aunque no está explícitamente escrita en la ley, se ha convertido en un estándar impuesto por la 'policía de la moralidad'. El episodio que rodea a Sahar Khodayari, una joven que murió tras intentar ingresar a un estadio en 2019, sigue siendo un símbolo trágico de la lucha. Conocida como la "Chica Azul", su historia galvanizó la atención internacional, sin embargo, muchos activistas creen que el verdadero cambio aún no ha echado raíces. El reciente regreso de las mujeres a los estadios no ha estado exento de contratiempos. Un número significativo de partidos aún ve a mujeres siendo prohibidas de entrar, y se han reportado casos de violencia policial contra aficionadas que intentan asistir a los juegos. Además, aunque algunas mujeres han podido asistir a partidos, muchas otras siguen siendo escépticas sobre si estos eventos significan un cambio genuino en la política o simplemente un truco publicitario del régimen iraní para mejorar su imagen internacional. El foco internacional sobre los derechos de las mujeres en Irán se ha reavivado tras la trágica muerte de Mahsa Amini en septiembre de 2022, que desató protestas masivas contra el gobierno. A medida que las tensiones aumentaban, la comunidad global comenzó a prestar atención a la peligrosa situación que enfrentan las mujeres iraníes, particularmente en el contexto de asistir a partidos de fútbol. Los activistas han instado a la FIFA a adoptar una postura más firme, cuestionando por qué la organización no ha tomado acciones igualmente estrictas contra Irán como lo hizo con Rusia a raíz de su invasión de Ucrania. A medida que las dinámicas internas cambian con las próximas elecciones presidenciales en julio de 2024, hay esperanza de un cambio en el enfoque hacia los derechos de las mujeres. El nuevo gobierno elegido, liderado por el reformista Masoud Pezeshkian, podría proporcionar un ambiente más favorable para avanzar en la participación de las mujeres en el deporte. A pesar de los logros recientes, el camino por delante está lleno de desafíos para las mujeres iraníes que buscan igualdad en el fútbol. Si bien la selección nacional femenina ha alcanzado un récord histórico en el ranking de la FIFA, los espectadores masculinos siguen estando prohibidos de asistir a los partidos femeninos debido a la segregación impuesta. Esto no solo obstaculiza el crecimiento del fútbol femenino en Irán, sino que también resalta la discriminación continua dentro del deporte que refleja desigualdades sociales más amplias. La FIFA ha reconocido el progreso realizado, al mismo tiempo que subraya que la lucha por la inclusión total está lejos de haber terminado. La organización se ha comprometido a continuar su diálogo con las autoridades iraníes, con el objetivo de un futuro en el que todas las mujeres puedan asistir libremente a los partidos de fútbol. Sin embargo, para muchos activistas, el progreso sigue siendo dolorosamente lento, y la lucha por la verdadera igualdad en el fútbol iraní—y en la sociedad en general—continúa. Los eventos recientes han reavivado la esperanza, pero la lucha en curso ilustra que el camino hacia la libertad en Irán sigue siendo largo y arduo.