Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Luana Alonso, una de las atletas más queridas de Paraguay, ha hecho un anuncio que ha dejado a muchos en el país con sentimientos encontrados: su retiro de la natación profesional tras su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024. En una emotiva y nostálgica despedida, la nadadora se despidió de la competencia después de nadar los 100 metros mariposa, donde terminó sexta en la primera ronda con un tiempo de 1:03.09. Este momento marca el fin de una carrera de 18 años en el deporte, pero también el inicio de un nuevo capítulo en su vida. En declaraciones a Claro Sports, Luana no pudo contener las lágrimas al reflexionar sobre su trayectoria en la natación. "Estoy muy sentimental porque fue mi última carrera", expresó, mientras recordaba los años de sacrificio y dedicación que la llevaron a competir en el más alto nivel. La nadadora manifestó que, aunque su despedida no fue como ella lo había soñado, se siente afortunada de haber podido competir en unos Juegos Olímpicos. "Le pido disculpas a Paraguay de corazón, pero hice lo que pude, a pesar de varias cosas que me pasaron antes", comentó con sinceridad. El ambiente en la piscina fue electrizante, con el estadio lleno de aficionados que apoyaban a Luana en su última actuación. A pesar de la presión y las expectativas, la atleta se mostró agradecida por la oportunidad de haber representado a su país en un escenario tan importante. "Estoy feliz de que mi última carrera sea en los Juegos Olímpicos", aseguró, dejando entrever que, a pesar de la tristeza por el retiro, hay una satisfacción profunda por haber llegado tan lejos. El futuro de Luana no se detiene en la natación. Con un espíritu indomable y una visión clara, ha decidido dar un giro a su carrera y emprender un camino en la política. "Voy a irme a estudiar a los Estados Unidos, a seguir con mi carrera de Ciencias Políticas", reveló. Su ambición es clara: quiere ser una voz para los deportistas en Paraguay y contribuir a mejorar las condiciones del deporte en su país. La decisión de Luana de dedicarse a la política no es solo un cambio de carrera, sino una declaración de intenciones. Ella quiere ser una ministra en el futuro, alguien que pueda entender las dificultades que enfrentan los deportistas. "Yo como deportista sé lo que sufren todos los deportistas y les quiero ayudar a impulsar el deporte", mencionó. Este compromiso con el bienestar de sus colegas y la promoción del deporte en Paraguay resonará con muchos, que ven en ella una figura capaz de hacer cambios significativos. La trayectoria de Luana, llena de logros y sacrificios, es un testimonio de la dedicación y la pasión por el deporte. Sin embargo, su nueva meta puede ser aún más impactante. La política puede ofrecerle una plataforma desde la cual abogar por el desarrollo de la infraestructura deportiva, el apoyo a los atletas y la promoción de políticas que beneficien al deporte en Paraguay. Mientras Luana se prepara para su nueva vida académica y política, su legado en el deporte paraguayo perdurará. Su historia inspira a las generaciones futuras de atletas, mostrando que no solo se puede competir y triunfar en el deporte, sino también utilizar esa experiencia para generar un cambio positivo en la sociedad. Al despedirse del agua, Luana no solo deja atrás una carrera, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades para influir y ayudar. La comunidad deportiva paraguaya puede estar segura de que, aunque Luana no esté compitiendo en la piscina, su voz seguirá siendo fuerte y clara, llevándola a luchar por un mejor futuro para todos los deportistas. Su emotivo retiro y el anuncio de su nueva carrera han cautivado a muchos, y la pregunta que queda en el aire es: ¿qué impacto tendrá Luana Alonso en el ámbito político? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: su determinación y pasión seguirán presentes, ya sea en una piscina o en un despacho político, luchando siempre por el bienestar de su país y sus compatriotas.