Fallo informático global pone a prueba ciberseguros empresariales

Un fallo informático global sin precedentes ha puesto a prueba la eficacia de los ciberseguros en empresas de diversos sectores, como las compañías aéreas, que se vieron afectadas el pasado viernes. Este incidente, originado por una actualización defectuosa en los sistemas operativos Windows de Microsoft de un programa antivirus del grupo estadounidense de ciberseguridad CrowdStrike Falcon, no parece ser resultado de un ciberataque intencional, sino más bien de un error involuntario. Ante esta situación, surge la incertidumbre sobre si las empresas afectadas podrán contar con el respaldo de sus ciberseguros para cubrir los costos derivados de esta falla informática. Según varios expertos consultados, los seguros cibernéticos no necesariamente están diseñados para aplicarse en casos como este, aunque todo dependerá de las cláusulas específicas de cada contrato. A pesar de que las coberturas de los seguros cibernéticos varían de acuerdo a cada póliza, generalmente están enfocadas en cubrir los riesgos y costos asociados a ataques cibernéticos. Sin embargo, existen opciones adicionales que podrían contemplar los fallos informáticos como parte de los siniestros cubiertos, aunque estas opciones suelen ser poco comunes y las empresas no suelen contratarlas. En el caso de las compañías aéreas afectadas, como Transavia France, Delta, United y American Airlines, así como el operador ferroviario británico Govia Thameslink Railway, se enfrentan a la necesidad de cubrir los costos adicionales de operación derivados de la cancelación de vuelos y posibles retrasos. Los seguros podrían cubrir gastos de restauración y realojamiento de los pasajeros afectados, pero las pérdidas de explotación podrían no estar completamente amparadas. Por otro lado, los seguros cibernéticos suelen tener costos elevados, con franquicias significativas que las empresas deben asumir antes de recibir indemnización. Además, los contratos también establecen límites máximos de cobertura, lo que podría dejar a las empresas expuestas a tener que afrontar importantes costos económicos, especialmente en casos de incidentes graves como el fallo informático global del viernes. Ante esta situación, las empresas afectadas están evaluando sus opciones en términos contractuales con los proveedores de servicios informáticos que presentaron fallas. Los contratos entre ambas partes podrían incluir cláusulas de responsabilidad que contemplen indemnizaciones en caso de interrupción del servicio, lo que podría abrir la posibilidad de reclamos por daños y perjuicios. En este sentido, se espera una oleada de reclamos por parte de las empresas afectadas, dado el alcance y las posibles consecuencias financieras del fallo informático global. A medida que se esclarezcan las responsabilidades y se evalúen los daños, será crucial determinar hasta qué punto los ciberseguros pueden brindar protección en situaciones de crisis como la vivida el viernes pasado, que ha puesto a prueba la resiliencia y preparación de las empresas frente a eventos inesperados en el entorno digital.