Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El reciente Campeonato Europeo y la Copa América una vez más han puesto a jugadores talentosos en el centro de atención, encendiendo especulaciones y discusiones sobre fichajes entre los aficionados al fútbol. La pregunta de si los clubes deberían firmar rápidamente a jugadores basándose únicamente en sus actuaciones en torneos internacionales, como el efecto Sofyan Amrabat, es un tema candente en el mundo del fútbol. Históricamente, destacadas actuaciones en grandes torneos han llevado a transferencias lucrativas para los jugadores, con los clubes ansiosos por asegurar los servicios de aquellos que han capturado la imaginación de los aficionados en todo el mundo. Desde Sami Khedira y Mesut Ozil uniéndose al Real Madrid después del Mundial de 2010 hasta el traspaso récord de Enzo Fernández al Chelsea tras la Copa del Mundo de 2022, el atractivo del éxito en los torneos puede ser tentador para los clubes con recursos financieros sólidos. Este verano, talentos emergentes como Nico Williams de España y Riccardo Calafiori de Italia al parecer han llamado la atención de los principales clubes tras impresionantes actuaciones en la Eurocopa. Sin embargo, el panorama de reclutamiento de jugadores ha evolucionado significativamente, con los clubes ahora dependiendo de redes de scouting exhaustivas y análisis de datos para tomar decisiones informadas. Según Tim Keech, fundador de MRKT Insights, las actuaciones en torneos pueden impactar el valor percibido de un jugador pero no necesariamente influyen en el enfoque lógico y basado en datos para el reclutamiento. Aunque una destacada actuación en el escenario internacional puede generar expectación y aumentar la demanda por un jugador, los mejores departamentos de reclutamiento están preparados para separar la publicidad del talento genuino. Las historias de advertencia de jugadores como James Rodríguez y El Hadji Diouf sirven como recordatorios de los posibles peligros de firmar jugadores basándose únicamente en actuaciones en torneos. La etapa decepcionante de Rodríguez en el Real Madrid después de su destacada actuación en el Mundial de 2014 y la problemática estancia de Diouf en el Liverpool subrayan los riesgos asociados con transferencias infladas impulsadas por el éxito a corto plazo. A pesar de los posibles peligros, el análisis de datos indica que las contrataciones post-torneo tienden a rendir bien en las temporadas siguientes, aunque a un costo más elevado. La investigación de TransferRoom revela que si bien los jugadores adquiridos después de grandes torneos tienen precios más altos, a menudo contribuyen más en el campo en términos de goles y asistencias en los años siguientes. Al concluir la Eurocopa 2024, la métrica de valoración de TransferRoom muestra aumentos en los valores esperados de transferencia de los jugadores que brillaron durante el torneo, señalando un posible aumento en la actividad de fichajes en las próximas semanas. Si bien las actuaciones en torneos pueden influir en el valor de mercado de un jugador, el éxito a largo plazo de una transferencia depende de factores más allá de unas pocas apariciones destacadas en el escenario internacional. En conclusión, mientras que el efecto Sofyan Amrabat y el atractivo de las estrellas de los torneos pueden capturar la imaginación de clubes y aficionados por igual, el enfoque prudente para el reclutamiento de jugadores implica una evaluación integral del potencial a largo plazo de un jugador, en lugar de sucumbir a la publicidad efímera. A medida que el mercado de fichajes se prepara para otro periodo ocupado, la verdadera prueba para los clubes radica en su capacidad para discernir entre el estrellato transitorio y la excelencia sostenida al perseguir adquisiciones post-torneo.