La salud mental en el deporte: una prioridad en la formación de los atletas

El mundo del deporte, en particular el fútbol, ha sido tradicionalmente asociado con la gloria, el dinero y la fama. Sin embargo, detrás de esa imagen de éxito y triunfo, se esconden realidades complejas que afectan la salud mental de los deportistas. En los últimos tiempos, se ha puesto en evidencia la importancia de abordar este tema, tanto en el ámbito local como internacional, como lo expresó el jugador de Alianza Atlético, Horacio Benincasa, al levantar la voz en una conferencia de prensa sobre la falta de atención a los problemas emocionales de los deportistas en el Perú. La valentía de figuras como el futbolista brasileño Richarlison al hablar abiertamente sobre su depresión post-Mundial y el caso reciente de la selección peruana, con la decisión de no convocar a Alex Valera por motivos personales, han puesto sobre la mesa la necesidad de abordar la salud mental de los deportistas de manera más seria y comprensiva. El impacto de la pandemia ha recrudecido aún más la importancia de cuidar la salud emocional en todos los ámbitos de la sociedad, incluyendo el deporte. A pesar de los esfuerzos de algunos clubes de la Liga 1 por contar con profesionales en psicología deportiva, como Alianza Lima, Sporting Cristal, César Vallejo y Cienciano, otros como Universitario y Sport Boys carecen de este recurso tan fundamental para el bienestar de sus jugadores. La falta de una normativa específica en el fútbol peruano respecto a la presencia obligatoria de un psicólogo deportivo en los equipos refleja una carencia en la atención a la salud mental de los deportistas. La propuesta de Conmebol de incluir a estos profesionales en los equipos de Primera División es un paso en la dirección correcta, pero aún queda mucho por hacer en el ámbito local. Expertos en psicología deportiva como Mario Reyes Bossio y Luis Gómez Correa han destacado la importancia de abordar la salud mental de los deportistas como parte integral de su bienestar general. La presión, la competencia constante, los viajes y la exigencia física y emocional a la que se ven sometidos los deportistas de alto rendimiento pueden desencadenar problemas graves si no se les da la atención adecuada. En el Instituto Peruano del Deporte (IPD), se ha implementado un servicio de psicología deportiva que atiende a los deportistas federados, pero la demanda supera la oferta, sobre todo en períodos de competencias importantes como los Juegos Panamericanos y Olímpicos. La labor de estos especialistas es fundamental para detectar indicadores de posibles trastornos emocionales y brindar el apoyo necesario a los deportistas. La falta de recursos económicos en algunos casos impide que los deportistas accedan al acompañamiento de un psicólogo deportivo, como menciona la maratonista Luz Mery Rojas, quien reconoce la importancia de este profesional en su vida deportiva pero no puede contar con uno debido a limitaciones económicas. Este es un punto en el que los clubes y federaciones deben intervenir para garantizar el bienestar integral de sus deportistas. La conversación sobre la salud mental en el deporte ha avanzado en los últimos años, pero aún queda mucho por hacer en términos de concientización, prevención y acción concreta. Los deportistas no son máquinas de dinero, son seres humanos con emociones y necesidades que deben ser atendidas para que puedan rendir al máximo en su disciplina. En un escenario como París 2024, donde se espera la participación de atletas peruanos en diversas disciplinas, es fundamental que se refuerce el trabajo en la salud mental de los deportistas para que puedan afrontar los retos con la tranquilidad y fortaleza necesarias. La salud mental no debe ser un tema tabú en el deporte, sino una prioridad en la formación y el desarrollo de los deportistas, desde las edades tempranas hasta la élite, como parte integral de su desempeño y bienestar.