Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Los argentinos han sido conocidos durante mucho tiempo por su pasión por el fútbol, y parece que este fervor se extiende a sus supersticiones en torno al deporte. Desde pisar el campo con el pie preferido primero hasta rituales más elaborados que involucran cráneos y muñecos de Chucky, el mundo del fútbol argentino está impregnado de supersticiones que van desde lo bizarro hasta lo mórbido. Uno de los ejemplos más llamativos de estas supersticiones es el caso de Gabriel Aranda, quien llevó el cráneo de su difunto abuelo a un partido de semifinales de la Copa de la Liga para asegurarse de que su ancestro pudiera "ver" el juego. Esta muestra extrema de devoción por el equipo favorito de su abuelo, Racing, resalta hasta qué punto algunos aficionados llegarán por la buena suerte. A nivel de la selección nacional, las supersticiones también han desempeñado un papel en las recientes victorias de Argentina. La tradición de posar para una foto antes de los partidos clave, iniciada por el presidente de AFA Claudio Tapia, Lionel Messi y Rodrigo De Paul, se ha convertido en un ritual supersticioso que el equipo cree que les trae suerte. De manera similar, la tradición de comer caramelos de caramelo antes de los partidos, iniciada por los centrocampistas De Paul, Leandro Paredes y Alejandro 'Papu' Gómez durante la Copa América de 2021, se ha convertido en un ritual previo al partido en el que los jugadores confían. Incluso Lionel Messi, posiblemente el mejor futbolista argentino, tiene sus propias costumbres supersticiosas. Desde tomar mate con De Paul a una hora específica hasta solicitar la ayuda de su excompañero de ataque Sergio Agüero para dormir en su habitación antes de la final de la Copa del Mundo contra Francia, las supersticiones de Messi reflejan la importancia de la rutina y la suerte en su preparación para los partidos. Quizás una de las supersticiones más inquietantes dentro del equipo nacional de Argentina sea la presencia de un muñeco de Chucky en su vestuario. Inicialmente se creía que traía mala suerte, pero más tarde el equipo lo adoptó después de que el hijo de un miembro del personal insistiera en que traía buena fortuna. La imagen del muñeco de Chucky sentado junto a una botella de champán después de una victoria ejemplifica la peculiar mezcla de superstición y celebración que se ha vuelto sinónimo del equipo. A medida que Argentina continúa su camino en la Copa América y más allá, es probable que estas supersticiones sigan siendo un aspecto fascinante de la identidad del equipo. Ya sea que realmente traigan suerte o simplemente formen parte de un juego psicológico, una cosa es segura: las supersticiones y el fútbol en Argentina van de la mano, creando un tapiz único de creencias que añaden una capa extra de intriga al hermoso juego.