El camino de Sudamérica hacia la Copa Mundial Femenina: Superando desafíos, abrazando oportunidades.

El camino de Sudamérica hacia la Copa Mundial Femenina: Superando desafíos, abrazando oportunidades.

América del Sur se prepara para ser sede de la Copa Mundial Femenina de 2027, enfrentando desafíos en el desarrollo del fútbol femenino. Se pide inversión y apoyo para impulsar el crecimiento y la igualdad de género en el deporte.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Deportes 21.05.2024
Sudamérica, un continente conocido por su pasión por el fútbol, se está preparando para ser la sede de la Copa Mundial Femenina de 2027 en Brasil. Este evento, que se perfila como un hito para el fútbol femenino en la región, tiene el potencial de generar cambios significativos y avances para el deporte. A pesar de que Sudamérica tiene una rica historia futbolística, el crecimiento del fútbol femenino en la región ha sido algo fragmentado. El apoyo e infraestructura proporcionados por los países individuales desempeñan un papel crucial en fomentar el crecimiento del juego femenino. Preguntas sobre el trato de las jugadoras por parte de sus federaciones, su estatus como profesionales, recursos de entrenamiento y el estado de las ligas locales han cobrado relevancia a medida que la región se prepara para albergar el prestigioso torneo. La investigación de The Athletic arroja luz sobre las realidades que enfrentan las jugadoras de fútbol en Sudamérica. Revela que las ligas femeninas en la región se han profesionalizado recientemente, con recursos y apoyo limitados disponibles para las jugadoras. Las confederaciones de selecciones nacionales han sido criticadas por su trato a las jugadoras, con casos de exclusión y falta de inversión destacados. A pesar de estos desafíos, se han dado avances notables en países como Argentina, donde la liga femenina se profesionalizó en 2019 y se realizaron inversiones para mejorar el apoyo y los recursos para las jugadoras. La creación de un entrenador dedicado para la categoría Sub-20 y el aumento de oportunidades competitivas han ayudado a elevar el nivel de juego y la preparación para las competiciones. Esfuerzos similares se han visto en Colombia, donde exinternacionales han denunciado la discriminación de género y la falta de pago por parte de la Federación Colombiana de Fútbol. La defensa de las jugadoras y la formación de sindicatos de jugadoras han desempeñado un papel vital para presionar a las federaciones a invertir en el fútbol femenino y mejorar las condiciones laborales. En Chile, el fútbol femenino se ha profesionalizado recientemente, pero persisten desafíos, como infracciones a las regulaciones laborales e instalaciones inadecuadas reportadas por FIFPRO. La lucha por la igualdad de género y el respeto hacia las jugadoras continúa ante obstáculos culturales y sistémicos como el machismo. La próxima Copa Mundial Femenina en Brasil representa una oportunidad significativa para que Sudamérica muestre su talento y compromiso con el fútbol femenino. La región puede aprovechar el torneo para impulsar mayores inversiones en el juego femenino y promover un cambio cultural hacia la igualdad de género en el deporte. Si bien la FIFA ha dado algunos pasos para apoyar el torneo femenino, se necesitan más inversiones y recursos sostenidos para garantizar el crecimiento y éxito a largo plazo del fútbol femenino en Sudamérica. Las asociaciones comerciales y patrocinios en torno al deporte también deben priorizar y apoyar el juego femenino para maximizar su impacto potencial. A medida que Sudamérica se prepara para ser la sede de la Copa Mundial Femenina, existe la esperanza de que el torneo no solo muestre el talento y dedicación de las jugadoras de fútbol en la región, sino que también sirva como catalizador para un cambio positivo y avances en el deporte. El camino por delante puede ser desafiante, pero con un apoyo e inversión continuos, el fútbol femenino en Sudamérica puede alcanzar nuevas alturas e inspirar a las futuras generaciones de jugadoras.
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