Los Texas Longhorns están listos para demostrarse a sí mismos: los campeones de la Big 12 tienen la mira puesta en el título nacional, dejando los memes atrás.
Después de años de decepción y burla, los Texas Longhorns están listos para dejar atrás los infames memes de "Texas ha vuelto" y demostrar su valía en el escenario nacional. Con un récord de 12-1, los Longhorns son campeones de la Big 12 y están a solo una victoria de tener la oportunidad de disputar el título nacional. Liderados por el mariscal de campo Quinn Ewers y el tackle defensivo All-American T'Vondre Sweat, Texas ha surgido como uno de los mejores equipos del país. Se enfrentarán a Washington en el Sugar Bowl, donde el ganador avanzará al partido por el campeonato. Esta temporada ha sido una historia de redención para el entrenador en jefe Steve Sarkisian, quien ha superado luchas personales para llevar a los Longhorns al éxito. El futuro es incierto mientras Texas se prepara para unirse a la Southeastern Conference la próxima temporada, pero por ahora, su enfoque está en recuperar su lugar entre la élite del fútbol universitario.
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Después de años de decepción y burlas, los Texas Longhorns están listos para dejar atrás los infames memes de "Texas is back" y demostrar su valía en el escenario nacional. Con un récord de 12-1, los Longhorns son los campeones de la Big 12 y están a solo una victoria de tener la oportunidad de competir por el título nacional. Han pasado catorce años desde su última aparición en un juego de campeonato y el programa ha sufrido cinco temporadas perdedoras y cero títulos de conferencia desde entonces.
Sin embargo, los Longhorns de este año no son motivo de risa. Liderados por el mariscal de campo Quinn Ewers y el tackle defensivo All-American T'Vondre Sweat, Texas ha surgido como uno de los mejores equipos del país. Se enfrentarán a Washington (13-0) en el Sugar Bowl, una de las semifinales de los playoffs de fútbol americano universitario. El ganador de ese juego avanzará al juego de campeonato el 8 de enero, donde se enfrentarán a Alabama o Michigan.
Para los jugadores y entrenadores, esta es una oportunidad para demostrar a todos los que dudaron de ellos que estaban equivocados y llevar a casa un anillo de campeonato. El linebacker senior David Gbenda expresó la determinación del equipo, diciendo: "No hemos llegado hasta aquí solo para llegar hasta aquí... Tenemos un objetivo y es el anillo de campeonato". Esta temporada ha sido una historia de redención para el entrenador en jefe Steve Sarkisian, quien ha superado dificultades personales para llevar a los Longhorns al éxito.
Sin embargo, el futuro es incierto para Texas. La próxima temporada abandonarán la Big 12 para unirse a la Southeastern Conference, junto con su archirrival Oklahoma. Pero por ahora, el enfoque está en el presente y en recuperar su lugar entre la élite del fútbol americano universitario. El linebacker Jaylan Ford cree que Texas no habría cambiado las cosas tan rápidamente sin Sarkisian. "Personalmente, no creo que lo hubiéramos logrado si Sark no hubiera venido aquí y cambiado la cultura", dijo Ford.
Los Longhorns están listos para silenciar a los críticos y demostrar que realmente han vuelto. El linebacker senior Ford, cansado de los memes y las bromas, afirmó con confianza: "Si tenemos la suerte de levantar ese trofeo al final de la temporada, no hay mucho más que decir después de eso". Texas está decidido a reescribir su historia y reclamar su lugar como una potencia del fútbol americano universitario.