Sidney Crosby reflexiona sobre el Winter Classic que cambió el juego: desde sus comienzos nevados hasta convertirse en una tradición de la NHL.

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Sidney Crosby recuerda con cariño la inolvidable experiencia del primer Winter Classic en 2008. Los Pittsburgh Penguins se enfrentaron a los Buffalo Sabres en medio de la nieve cayendo en el estadio Ralph Wilson, con los fanáticos soportando temperaturas congelantes y un espíritu pionero de hockey al aire libre. Este evento marcó un punto de inflexión significativo para la NHL, lo que llevó a la creación de más juegos al aire libre como la Serie de Estadios y los Clásicos de Herencia. La idea del Winter Classic inicialmente fue recibida con una respuesta tibia, pero ganó impulso con el apoyo del comisionado de la NHL, Gary Bettman. Superando desafíos logísticos, el Winter Classic se convirtió en una tradición querida, mostrando la alegría pura del hockey jugado al aire libre.

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Deportes 28.12.2023
Sidney Crosby todavía recuerda vívidamente el primer Winter Classic en 2008, donde los Pittsburgh Penguins se enfrentaron a los Buffalo Sabres en el estadio Ralph Wilson. La nieve cayendo sobre la pista temporal, los fanáticos sin camisa soportando temperaturas congelantes y el espíritu pionero de jugar hockey al aire libre lo convirtieron en una experiencia increíble. Este evento fue un punto de inflexión para la NHL, lo que llevó a más juegos al aire libre como la Serie de Estadios y los Clásicos de la Herencia. La idea del Winter Classic surgió del vicepresidente ejecutivo de NBC Sports, Jon Miller, quien quería aprovechar el éxito del Clásico de la Herencia. La respuesta inicial de la Junta de Gobernadores de la NHL fue tibia, pero con el apoyo del comisionado de la NHL, Gary Bettman, el concepto ganó impulso. Sin embargo, encontrar un lugar adecuado y equipos para participar resultó desafiante. Fue gracias a Larry Quinn, socio gerente de los Buffalo Sabres, que se aseguró el estadio Ralph Wilson como ubicación. La NHL también tuvo que enfrentar problemas logísticos, incluida la posibilidad de que los Buffalo Bills llegaran a los playoffs de la NFL y el tiempo limitado para construir la pista. A pesar de enfrentar obstáculos, el Winter Classic se hizo realidad. El juego inaugural tuvo sus dificultades, con la amenaza de lluvia arruinando el hielo. Afortunadamente, nevó en su lugar, creando un escenario pintoresco pero dificultando las condiciones de juego. El hielo requería un mantenimiento constante y Dan Craig, vicepresidente de operaciones de instalaciones de la NHL, trabajó incansablemente para mantener el juego en marcha. Sin embargo, los fanáticos abrazaron el evento de todo corazón, creando un ambiente eléctrico similar a un juego de campeonato de la AFC. El éxito del primer Winter Classic abrió el camino para futuros juegos al aire libre y estableció el evento como un elemento básico de la NHL. Sidney Crosby, quien inicialmente pensó que podría ser un acuerdo de una sola vez, ha sido testigo de su impacto y popularidad continua. El Winter Classic se ha convertido en una tradición querida tanto para jugadores como para fanáticos, mostrando la alegría pura del hockey jugado al aire libre.
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