Sin touchdowns, sin energía: DeVito de los Giants lucha contra los Saints, sigue siendo titular; los oponentes se burlan de su celebración característica.

Sin touchdowns, sin energía: DeVito de los Giants lucha contra los Saints, sigue siendo titular; los oponentes se burlan de su celebración característica.

Los New York Giants y el mariscal de campo DeVito tuvieron un difícil partido contra los New Orleans Saints, sin lograr anotar un touchdown durante todo el juego. Sin embargo, a pesar de esto, el entrenador Brian Daboll expresó confianza en el novato no seleccionado en el draft, confirmando que seguiría siendo el mariscal de campo titular para el próximo partido contra los Philadelphia Eagles. DeVito admitió arrepentirse de dos pases y reconoció la importancia de ser un impulso para la ofensiva. Apreció la creencia de Daboll en él y expresó su determinación de ganarse la confianza del entrenador en cada jugada. Esto fue un cambio significativo para DeVito, quien ascendió rápidamente desde el equipo de práctica para convertirse en el titular del equipo, presumiendo un impresionante récord de siete touchdowns y solo una intercepción en sus primeras cuatro aperturas. Los Saints se dieron cuenta del éxito de DeVito e imitaron de manera juguetona su celebración característica de los dedos pellizcados. El ala defensiva Tanoh Kpassagnon lo hizo después de capturas, e incluso el coordinador de equipos especiales Darren Rizzi llevaba una camiseta del rival de la escuela secundaria de DeVito. La idea de la celebración incluso provino del novato de los Saints, Bryan Bresee, quien tuvo un destacado partido con dos capturas. DeVito se mantuvo imperturbable por las payasadas de los Saints, considerándolo todo parte del juego. Sin embargo, lo que le molestó más fue la falta de energía en la ofensiva, incluyéndose a sí mismo. Los Giants tuvieron dificultades para convertir en terceras oportunidades y tuvieron un total desalentador de 193 yardas en el juego. DeVito asumió la responsabilidad por la falta de actitud y energía del equipo y se comprometió a mejorar.

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Deportes 18.12.2023
Los New York Giants y su mariscal de campo, DeVito, tuvieron dificultades contra los New Orleans Saints, sin lograr anotar un solo touchdown en el juego. A pesar del rendimiento promedio de DeVito, el entrenador Brian Daboll mostró confianza en el novato no reclutado, declarando que seguiría siendo el mariscal de campo titular para el próximo juego contra los Philadelphia Eagles. DeVito admitió que había dos pases de los que se arrepentía y reconoció la necesidad de ser un impulso para la ofensiva. Apreció la creencia de Daboll en él y expresó su determinación de ganarse la confianza del entrenador en cada jugada. Esto fue un cambio radical para DeVito, quien había pasado rápidamente del equipo de práctica a convertirse en el titular del equipo y tenía un impresionante récord de siete touchdowns y solo una intercepción en sus primeras cuatro aperturas. Los Saints se dieron cuenta del éxito de DeVito y se divirtieron un poco con ello. Imitaron su celebración distintiva de los dedos pellizcados, con el ala defensiva Tanoh Kpassagnon haciéndolo después de capturas y el coordinador de equipos especiales Darren Rizzi vistiendo una camiseta del rival de la escuela secundaria de DeVito. Incluso el novato de los Saints, el tackle defensivo Bryan Bresee, quien tuvo un gran juego con dos capturas, tuvo la idea para la celebración. DeVito parecía no verse afectado por las payasadas de los Saints y lo tomó como parte del juego. Lo que le molestaba más era la falta de energía de la ofensiva, incluyéndose a sí mismo. Los Giants tuvieron un total desastroso de 193 yardas y tuvieron dificultades para convertir en terceras oportunidades. DeVito se sentía responsable de la falta de actitud y energía del equipo y se comprometió a mejorar en ese aspecto. El juego terrestre de los Giants también falló contra la sólida defensa de los Saints, logrando solo 60 yardas por tierra. El estrella corredor Saquon Barkley tuvo un día particularmente difícil, ganando solo 14 yardas en nueve acarreos. Barkley creía que era difícil encontrar confianza y fluidez en el juego cuando el equipo estaba perdiendo, enfatizando la necesidad de un mejor rendimiento de todos.
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