Las luchas de los Guerreros van más allá de la suspensión de Draymond Green: un síntoma de problemas más grandes que amenazan el reinado de la dinastía.
La reciente suspensión de Draymond Green de la NBA es solo un síntoma de los problemas más grandes a los que se enfrentan los luchadores Golden State Warriors. La suspensión indefinida de Green se produjo después de un incidente violento durante un partido, pero es indicativa de la posición actual del equipo en el mundo del baloncesto. Los Warriors ingresaron al juego con un récord perdedor y lejos de la imagen de los playoffs, lo que contribuyó a la frustración de Green. Su rendimiento ha sido mediocre y otros compañeros de equipo tienen mejores clasificaciones defensivas. La realidad es que la dinastía de los Warriors debería haber terminado antes y las frustraciones de Green y otras estrellas se están volviendo más visibles. La suspensión de Green podría ser un punto de inflexión para el equipo, señalando la necesidad de un cambio.
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar
asesoramiento y
gestión comercial en el ámbito de seguros y
reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La reciente suspensión de Draymond Green de la NBA no es la causa raíz de las dificultades de los Golden State Warriors, sino más bien un síntoma de sus problemas más grandes. La suspensión indefinida de Green ocurrió después de que golpeara violentamente a Jusuf Nurkic durante un partido contra los Phoenix Suns. Nurkic expresó preocupación por el bienestar de Green, afirmando que parecía necesitar ayuda y que el incidente no tenía nada que ver con el baloncesto.
Sin embargo, la suspensión sí tiene que ver con la situación actual de Green y los Warriors en el mundo del baloncesto. El equipo ingresó al partido con un récord perdedor y lejos de la imagen de los playoffs, lo que sin duda contribuyó a la frustración de Green. El rendimiento de Green también ha sido deficiente, con más faltas que puntos y más pérdidas de balón que asistencias o rebotes. Además, varios jugadores de los Warriors tienen mejores calificaciones defensivas que Green, un ex jugador defensivo del año.
Los Warriors están luchando por cumplir las altas expectativas que establecieron en la última década. Pueden sentir que los equipos más jóvenes se acercan, como se demostró en su derrota ante los Sacramento Kings y los partidos reñidos contra el Oklahoma City Thunder. Esta temporada marca la primera vez que Green y los Warriors se encuentran en el lado perdedor de los minutos cruciales, lo que causa un mayor estrés y frustración.
La realidad es que la dinastía de los Warriors debería haber terminado hace mucho tiempo. Ningún equipo en la historia ha llegado a cinco finales consecutivas, quedado fuera de los playoffs durante dos años y luego regresado para ganar otro título con prácticamente el mismo núcleo. La decisión de darle a Green una extensión de contrato de cuatro años y $100 millones el verano pasado refleja una creencia equivocada de que el talento joven del equipo había rejuvenecido la dinastía. Sin embargo, los Warriors ahora se enfrentan a la verdad de que no son lo suficientemente buenos para superar sus defectos. Las frustraciones de Curry, Thompson y Green son cada vez más visibles, especialmente las de Green, cuyos estallidos se han vuelto más frecuentes.
El estilo de juego imprudente de Green, que antes era un elemento menor de su juego, se ha vuelto más prominente. Esto, combinado con el margen de error en declive de los Warriors, ha llevado a un comportamiento más disruptivo y a menos jugadas que cambian el rumbo del partido por parte de Green. Si bien su fisicalidad ha sido crucial para el éxito del equipo en el pasado, ya no es suficiente para compensar sus deficiencias actuales. Sin Green, los Warriors se han convertido en un equipo de finura, que carece de la dureza necesaria para competir a nivel de campeonato.
Ejecutivos de ambas conferencias creen que la suspensión de Green podría ser un punto de inflexión para los Warriors. Podría brindar una oportunidad para que jugadores más jóvenes como Jonathan Kuminga y Moses Moody den un paso al frente y potencialmente señalar la necesidad de avanzar sin el núcleo de Green, Thompson y Curry. Los Warriors están enfrentando una rendición de cuentas, y la suspensión de Green puede haber acelerado el proceso.