Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Deportes 11.12.2023
Unai Emery, el entrenador del Aston Villa, entiende la inmensa presión que conlleva dirigir clubes europeos de alto nivel como el Chelsea y el Manchester United. Ambos clubes tienen un historial de manchar la reputación de entrenadores respetados antes de contratar a nuevos. Sin embargo, la responsabilidad última recae en el entrenador para controlar el rendimiento del equipo, y actualmente tanto Pochettino como Ten Hag están luchando en sus roles.
Los entrenadores a menudo encuentran excusas para el bajo rendimiento, como lesiones o mala contratación. Pochettino culpa al número de nuevos jugadores en el Chelsea, mientras que Ten Hag señala al plantel sobrecargado e insuficiente del United. En contraste, Emery ha transformado al Villa de un equipo de mitad de tabla a un contendiente en los primeros cuatro lugares con menos recursos y posiblemente un plantel inferior. Su éxito resalta las fallas de sus contrapartes en el Chelsea y el United.
La habilidad de Emery para controlar a su equipo y cambiar su suerte contrasta drásticamente con la situación en el Chelsea y el United. Mientras los entrenadores de alto nivel encuentran formas de superar obstáculos, Pochettino y Ten Hag están creando problemas por sí mismos. Sus decisiones de selección, como jugar con jugadores fuera de forma y hacer elecciones inexplicables, erosionan la confianza de los jugadores y contribuyen a la confusión y la duda. Ambos entrenadores también han fallado en abordar los problemas defensivos, lo que ha resultado en numerosas derrotas para sus equipos.
En última instancia, es el entrenador quien elige al equipo, diseña tácticas y motiva a los jugadores. El éxito de Emery en el Villa demuestra el impacto que un entrenador puede tener en el rendimiento de un equipo. Pochettino y Ten Hag, a pesar de su experiencia, no han logrado inculcar los principios básicos de defensa y organización en sus equipos. Si bien los jugadores comparten parte de la culpa por su bajo rendimiento, en última instancia recae en el entrenador.
En conclusión, las dificultades actuales de Pochettino y Ten Hag en el Chelsea y el United resaltan la importancia del papel de un entrenador en el éxito de un equipo. La revitalización de Emery en el Villa muestra el impacto que un entrenador puede tener, mientras que las fallas de sus contrapartes exponen sus deficiencias en la gestión de sus respectivos equipos.
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