Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Deportes 19.11.2023
En un amargo final para su decepcionante temporada, USC sufrió una abrumadora derrota por 38-20 ante sus rivales locales de UCLA. Los Trojans, que comenzaron el año como el sexto equipo clasificado en el país, perdieron cinco de sus últimos seis partidos de temporada regular. El entrenador en jefe Lincoln Riley asumió la responsabilidad de las dificultades del equipo, admitiendo que no había hecho un trabajo lo suficientemente bueno en la segunda mitad de la temporada.
El rendimiento de USC contra UCLA reflejó las dificultades que tuvieron durante toda la temporada, con una defensa pobre, errores descuidados y una ofensiva inconsistente. Incluso el actual ganador del premio Heisman, Caleb Williams, no pudo salvar a los Trojans de la derrota. Williams, quien probablemente se dirige a la NFL como la selección general número 1, decidió no hablar con los medios, dejando su futuro incierto. A pesar del final decepcionante, Riley elogió la contribución de Williams al programa y reconoció la necesidad de mejorar en el futuro.
La defensa de los Trojans, que tuvo un margen de recuperación histórico la temporada pasada, no logró replicar su éxito y se convirtió en una de las peores del país. El coordinador defensivo Alex Grinch fue despedido, pero el cambio no trajo mejoras significativas. La defensa de USC permitió 38 puntos contra UCLA, en marcado contraste con los juegos de puntuación baja anteriores de los Bruins. Riley expresó su decepción por el resultado de la temporada, pero también enfatizó su motivación y determinación para guiar al equipo hacia el éxito en el futuro. Aunque no especificó cambios de personal o estratégicos para la próxima temporada, reconoció la necesidad de evolución y un camino desafiante hacia la cima.
En resumen, la derrota de USC ante UCLA marcó el final de una temporada decepcionante para los Trojans. El entrenador Riley asumió la responsabilidad de las dificultades del equipo y admitió no haber hecho lo suficiente para prepararlos en la segunda mitad de la temporada. El rendimiento de USC contra UCLA reflejó los problemas que tuvieron durante toda la temporada, con una defensa deficiente, errores y una ofensiva inconsistente. A pesar de los contratiempos, Riley se mantuvo motivado y determinado a liderar al equipo hacia el éxito, reconociendo la necesidad de mejorar y un camino desafiante por delante.
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