
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




La conversación en torno a los deportes juveniles se ha vuelto cada vez más relevante, ya que atletas como Luka Doncic expresan su preocupación por las presiones a las que se enfrentan los jóvenes jugadores. Doncic, una superestrella de la NBA, ha iniciado esfuerzos para asegurar que los deportes sigan siendo un espacio de alegría y crecimiento, en lugar de una fuente de estrés. Este sentimiento resuena profundamente con los adolescentes que participaron en recientes ejercicios de escritura, compartiendo sus experiencias en diversos deportes, desde el baloncesto hasta el atletismo. Muchos estudiantes expresaron su gratitud por las lecciones de vida que aprendieron a través de los deportes organizados. Phoebe, de Atlanta, reflexionó sobre su trayectoria en múltiples deportes, destacando cómo su participación le enseñó sobre comunidad, perseverancia y resiliencia. De manera similar, Brayden, de New Rochelle, habló sobre las lecciones invaluables de disciplina y trabajo duro que han moldeado su identidad como un atleta universitario comprometido. Otros estudiantes, como Grayson, enfatizaron las amistades y conexiones formadas a través de su participación, sugiriendo que los deportes en equipo pueden ser un medio poderoso para construir relaciones y habilidades sociales. Sin embargo, la narrativa cambia cuando los estudiantes discuten la creciente competitividad que a menudo eclipsa la alegría de jugar. Emerson, de Minnesota, describió cómo su experiencia en el voleibol de clubes se transformó de una actividad que aliviaba el estrés a un entorno de alta presión, con expectativas de rendimiento que pesaban sobre ella. Este sentimiento fue compartido por Katherine, de Georgia, quien relató cómo la ansiedad por cumplir con expectativas externas eclipsó su amor inicial por el fútbol, llevándola a una crisis de identidad cuando una lesión la obligó a reconsiderar su relación con el deporte. Muchos adolescentes opinaron sobre cómo las presiones externas, particularmente de los padres y entrenadores, contribuyen al paisaje estresante de los deportes juveniles. Gage, de la Costa Central, destacó cómo las expectativas parentales pueden transformar la experiencia de un pasatiempo alegre en una tarea de alta presión. Este fue un tema recurrente, con estudiantes instando a los adultos a fomentar un ambiente centrado en la diversión en lugar de solo en la competencia y el éxito. Las soluciones propuestas por los estudiantes sugieren un deseo de equilibrio. Liam, de Glenbard West, señaló la importancia de mantener un entorno de apoyo que priorice el amor por el juego sobre la victoria. Estudiantes como Wyatt y Joe enfatizaron el valor de las ligas recreativas, donde el enfoque permanece en la diversión y el desarrollo de habilidades en lugar de la presión del juego competitivo. Hubo un consenso de que, si bien la competencia es una parte natural de los deportes, no debería ser a expensas de la pasión de un niño por el juego. Como articuló Janie, de Georgia, el cambio de la diversión al estrés puede llevar al agotamiento, señalando la necesidad de un cambio cultural en cómo se abordan los deportes juveniles. En resumen, las reflexiones de estos jóvenes atletas subrayan una conversación crítica sobre el futuro de los deportes juveniles. Abogan por un entorno donde los atletas puedan prosperar tanto mental como físicamente, recordándonos que el núcleo de los deportes siempre debería ser la alegría, la comunidad y el crecimiento personal. A medida que la fundación de Doncic busca inspirar un retorno a estos valores, está claro que escuchar las voces de los jóvenes atletas es esencial para moldear una cultura deportiva más saludable.