Crisis política en Corea del Sur: destituciones y vacío de liderazgo generan inestabilidad

Crisis política en Corea del Sur: destituciones y vacío de liderazgo generan inestabilidad

La crisis política en Corea del Sur se agudiza tras la destitución del presidente interino Han Duck-soo, generando inestabilidad económica y social.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 30.12.2024

La crisis política en Corea del Sur ha alcanzado un punto álgido tras la destitución del presidente interino Han Duck-soo por parte de la Asamblea Nacional. Esta situación marca un momento inédito en la historia política del país, ya que es la primera vez que se destituye a un líder interino. La inestabilidad que experimenta Corea del Sur se ha intensificado después de la decisión del presidente Yoon Suk Yeol de decretar una ley marcial, lo que llevó a su propia destitución el 14 de diciembre. La falta de un liderazgo fuerte en un contexto marcado por amenazas externas y problemas económicos genera una profunda preocupación tanto a nivel nacional como internacional. Desde la destitución de Yoon, el país ha estado en un estado de vacío político, donde Han Duck-soo asumió el cargo interino, pero su mandato también resultó efímero. La oposición, en un claro acto de desacuerdo con la gestión del gobierno actual, ha logrado que la destitución de Han se aprobara con 192 votos a favor, mientras que el partido gobernante se ha opuesto a lo que consideran una violación del procedimiento legislativo. La ausencia de un líder electo ha dejado a Corea del Sur vulnerable ante las amenazas nucleares de Corea del Norte, y ha socavado la confianza en el gobierno, afectando la economía y el mercado financiero. La incertidumbre política ha tenido un impacto tangible en la economía surcoreana, que ya enfrentaba desafíos significativos. El won ha caído a niveles alarmantes frente al dólar, y el mercado de valores ha retrocedido alrededor de un 10 por ciento este año. Los expertos advierten que la prolongación de esta crisis podría traducirse en un daño duradero a la reputación y estatus económico que Corea del Sur ha construido a lo largo de los años. Jeong Hoiok, profesor de ciencias políticas, destaca que la inestabilidad política puede deteriorar las relaciones diplomáticas del país, cruciales en un contexto geopolítico tan tenso. La situación se complica aún más debido a la vacante en el Tribunal Constitucional, que tendrá que decidir sobre la destitución de Yoon. La oposición ha presionado para que se nombren a tres jueces que podrían influir en el fallo, pero Han Duck-soo se ha negado a hacerlo, alegando que su autoridad como presidente interino es limitada. Esto ha llevado a acusaciones de obstrucción por parte de la oposición, que sostiene que Han está protegiendo al presidente destituido. La crisis también ha revelado la polarización política en Corea del Sur, donde la oposición y el partido gobernante no logran llegar a un consenso. La interpretación de la Constitución respecto a la cantidad de votos necesarios para la destitución de Han ha sido objeto de debate, con el partido de Yoon argumentando que se requiere una mayoría calificada, mientras que la oposición sostiene que una mayoría simple es suficiente. Esta falta de acuerdo refleja la fractura en el sistema político surcoreano, exacerbando la desconfianza entre los partidos. Mientras tanto, Choi Sang-mok, el nuevo presidente interino, se encuentra en una posición precaria, ya que carece de un mandato electoral y enfrenta la misma presión que sus predecesores. Su objetivo inmediato será estabilizar el gobierno y restaurar la confianza pública, aunque la ausencia de un liderazgo sólido plantea dudas sobre su capacidad para lograrlo. Choi ha prometido hacer todo lo posible para minimizar la confusión en los asuntos de Estado, pero el camino por delante es incierto. En medio de esta crisis, las presiones sobre Yoon Suk Yeol no se detienen. Además de la inestabilidad política, se enfrenta a investigaciones criminales que incluyen cargos de insurrección, lo que podría complicar aún más su situación. La policía ha comenzado a investigar las acciones que llevaron a la declaración de ley marcial, lo que puede dar lugar a consecuencias legales significativas para el ex presidente. Las repercusiones de esta crisis política se extienden más allá de las fronteras surcoreanas. A medida que el vacío de liderazgo persiste, los aliados de Corea del Sur, especialmente Estados Unidos, observan con atención el desarrollo de los acontecimientos. La falta de un gobierno estable puede afectar la cooperación en cuestiones de seguridad y defensa, particularmente en el contexto de las amenazas de Corea del Norte. La política surcoreana, que ha sido históricamente vibrante y dinámica, enfrenta un reto sin precedentes que podría tener efectos duraderos. La polarización y la falta de respeto entre los partidos políticos están poniendo a prueba las bases de la democracia en el país. A medida que avanza la crisis, el futuro político de Corea del Sur se mantiene incierto, con la esperanza de que se logren restaurar el orden y la confianza antes de que la situación se descontrole aún más.

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