Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Deportes 10.12.2024
El debate actual en torno al Paris Saint-Germain (PSG) y sus aspiraciones en la Liga de Campeones ha reavivado las discusiones sobre el papel de la juventud y la experiencia en el fútbol de élite. A medida que el club francés enfrenta una lucha inesperada en Europa, surgen preguntas sobre si un equipo joven puede realmente competir al más alto nivel.
La situación del PSG es particularmente llamativa esta temporada. Aunque se encuentra cómodamente en la cima de la Ligue 1, con cinco puntos de ventaja sobre sus rivales más cercanos, ocupa el 25º lugar en la clasificación de la Liga de Campeones, con solo cuatro puntos y apenas tres goles en cinco partidos. Este marcado contraste resalta los desafíos que enfrentan los equipos predominantemente jóvenes, especialmente cuando se ven sometidos a las exigencias de la competencia europea.
Sin embargo, el entrenador Luis Enrique aboga por una perspectiva diferente. Cree que la edad no debería ser el principal determinante en la selección de un jugador; más bien, lo que importa es su habilidad y dedicación. A pesar de alinear un equipo joven, los éxitos anteriores de Enrique con escuadras más jóvenes —como llevar a un equipo con una edad promedio de poco más de 24 años a las semifinales de la Liga de Campeones la temporada pasada— sugieren que el talento puede brillar independientemente de la edad.
Sin embargo, los datos cuentan una historia más compleja. Un estudio de 2019 de la Universidad de Vigo reveló que la edad por sí sola no es un indicador confiable de éxito en la Liga de Campeones, ya que los equipos con edades promedio más jóvenes han llegado consistentemente a las etapas finales del torneo. Por ejemplo, en temporadas recientes, equipos como el Ajax y el RB Leipzig han demostrado que una combinación de juventud y experiencia puede lograr el éxito. En contraste, la reciente renovación de la plantilla del PSG ha llevado a una falta de asociaciones establecidas, que son cruciales para navegar en el entorno de alta presión del fútbol de eliminación directa.
La Liga de Campeones es famosa por su intensidad y el reducido margen de error, donde la experiencia a menudo puede dictar el rendimiento en momentos críticos. Como señaló el cazatalentos Mikha Gabechava, los equipos con asociaciones bien establecidas tienden a rendir mejor, como se vio con el equipo del Ajax de 2018-19 que combinó hábilmente el talento juvenil con jugadores experimentados. Sin embargo, la actual plantilla del PSG ha experimentado cambios significativos, perdiendo líderes veteranos e introduciendo a varios jugadores más jóvenes que aún están aprendiendo a coexistir en el campo.
Esta temporada, las dificultades ofensivas del PSG han sido evidentes. A pesar de dominar la posesión y el territorio, han superado significativamente sus goles esperados, lo que indica claramente que sus jóvenes talentos ofensivos están luchando por encontrar la red de manera consistente. Con la salida de Kylian Mbappé, la carga de anotar ha recaído en jugadores como Gonçalo Ramos, quien carece del pedigree europeo comprobado necesario para prosperar bajo presión.
Además, la calidad de la Ligue 1 está bajo escrutinio; mientras que el PSG ha prosperado a nivel nacional, la debilidad relativa de la liga en comparación con otras competiciones europeas de élite plantea preguntas sobre si los jugadores jóvenes pueden hacer la transición efectiva a las exigencias del juego en la Liga de Campeones. Esto podría explicar por qué la plantilla del PSG carece del control emocional y la compostura que a menudo se asocian con jugadores más experimentados, rasgos que pueden ser fundamentales en situaciones críticas de partido.
La insistencia de Luis Enrique en mantener la confianza en su equipo puede surgir de un deseo de proteger a sus jóvenes jugadores; sin embargo, las duras realidades de la competencia europea sugieren que sin un equilibrio de experiencia, las ambiciones del PSG podrían descarrilarse. La dependencia del club en jugadores emergentes, aunque loable, puede obstaculizar su búsqueda de la gloria en la Liga de Campeones.
A medida que el PSG se prepara para los partidos finales de la fase de grupos, el camino a seguir está lleno de desafíos. Su capacidad para combinar la exuberancia juvenil con la sabiduría y la compostura que provienen de la experiencia será crítica. Aunque el proyecto de Enrique puede promover un enfoque fresco para la construcción del equipo, las realidades de la competencia de élite indican que el verdadero éxito en la Liga de Campeones requiere un delicado equilibrio entre juventud y edad, algo que el PSG debe navegar cuidadosamente si espera avanzar más en este ilustre torneo.
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