USMNT enfrenta decepción en la derrota 2-1 ante Canadá, la llegada de Pochettino se avecina.

USMNT enfrenta decepción en la derrota 2-1 ante Canadá, la llegada de Pochettino se avecina.

La selección masculina de EE. UU. perdió 2-1 contra Canadá, lo que destaca problemas de liderazgo mientras esperan la llegada del nuevo entrenador Pochettino.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Deportes 08.09.2024

En una decepcionante exhibición, la Selección Nacional Masculina de EE. UU. (USMNT) sucumbió a una derrota de 2-1 contra Canadá en el Children's Mercy Park, un resultado que subrayó la urgente necesidad de un cambio en el liderazgo mientras esperan la inminente llegada de Mauricio Pochettino como entrenador principal. El partido, parte de una serie de amistosos destinados a mostrar el talento emergente, destacó en su lugar la falta de energía e iniciativa del equipo, dejando a los aficionados y analistas cuestionando la dirección del programa. Desde el principio, EE. UU. luchó por encontrar su ritmo, y errores defensivos clave resultaron costosos. Canadá capitalizó dos importantes entregas de balón—una de Johnny Cardoso y otra de Tim Ream—para establecer una ventaja de dos goles antes de la marca de una hora. Jacob Shaffelburg abrió el marcador con un disparo bien colocado tras una asistencia precisa de Jonathan David, quien más tarde añadió su nombre a la hoja de anotaciones para consolidar el dominio canadiense. Aunque Luca de la Torre logró descontar para EE. UU., fue un mero consuelo, ya que el rendimiento de los estadounidenses fue decepcionante, careciendo de la lucha y calidad necesarias para competir de manera efectiva. La derrota fue particularmente desalentadora dado el contexto del partido. Si bien EE. UU. carecía de titulares clave como Weston McKennie, Tyler Adams y Sergino Dest, esta era una oportunidad para que otros jugadores se destacaran y justificaran su inclusión en el equipo. Sin embargo, la falta de intensidad era palpable, y la gestión interina bajo Mikey Varas no logró inspirar una respuesta cohesiva. El partido sirvió como un claro recordatorio de que el equipo de EE. UU. necesita un reinicio desesperadamente, y con la llegada de Pochettino en el horizonte, hay esperanza de una nueva dirección. Por el contrario, Canadá salió del partido impulsado por su éxito, marcando su primera victoria en territorio estadounidense en 67 años. Bajo la dirección de Jesse Marsch, quien no ha dudado en experimentar con enfoques tácticos, Canadá adoptó un estilo de juego agresivo que mantuvo a la defensa estadounidense alerta. El resultado subraya el creciente impulso de Canadá tras una destacada actuación en la Copa América, y claramente están listos para afirmarse como una fuerza competitiva dentro de la CONCACAF. En medio de la decepción, hubo momentos individuales de promesa. El portero estadounidense Patrick Schulte, en solo su segunda aparición con el equipo senior, mostró habilidades notables que evitaron que el marcador fuera más abultado. Sus paradas clave en la primera mitad resaltaron su potencial, especialmente ante las preguntas en curso sobre la posición de portero en EE. UU. La competencia por el puesto titular sigue siendo feroz, y la actuación de Schulte podría haberlo puesto en la contienda en el futuro. Para Canadá, el partido fue una victoria significativa, con Shaffelburg y David mostrando su destreza ofensiva. El gol de David no solo lo empató con Cyle Larin como el máximo goleador histórico de Canadá, sino que también reafirmó su estatus como una piedra angular del equipo nacional. La victoria sobre EE. UU. envía un mensaje claro de que Canadá no solo es competitivo, sino que es capaz de desafiar por el dominio en la región. Mientras el equipo de EE. UU. reflexiona sobre esta decepcionante actuación, hay una palpable sensación de urgencia por mejorar. Con la vista puesta en el futuro y la anticipada llegada de Pochettino, los aficionados solo pueden esperar que una visión renovada ayude a restaurar la ventaja competitiva del equipo y a reavivar el espíritu del fútbol estadounidense. Para Canadá, el triunfo no es solo una victoria estadística; representa un cambio en las dinámicas de poder dentro de la CONCACAF, uno que podría tener implicaciones duraderas en los años venideros.

Ver todo Lo último en El mundo