Los mercados globales se desploman ante el aumento de los temores económicos en EE. UU. y las tensiones geopolíticas.

El panorama financiero experimentó un importante tumulto ayer, ya que los mercados globales se desplomaron en medio de crecientes temores de una posible desaceleración en la economía de EE. UU. Las caídas siguen a un preocupante informe laboral de EE. UU. que reveló la tasa de desempleo más alta que el país ha visto en casi tres años. Esta noticia ha intensificado las preocupaciones entre los inversores sobre la sostenibilidad del crecimiento económico en la economía más grande del mundo. Las repercusiones de este informe se sintieron agudamente en varios mercados. En EE. UU., el S&P 500 se desplomó un 3 por ciento, marcando su peor desempeño desde septiembre de 2022. Notablemente, el índice Nikkei 225 de Japón sufrió una asombrosa caída del 12.4 por ciento, la mayor disminución de puntos en un solo día en su historia. En Gran Bretaña, el FTSE 100 también enfrentó pérdidas significativas, cayendo un poco más del 2 por ciento, su descenso más pronunciado desde julio de este año. A estos problemas se suman los temores de que las acciones tecnológicas, que han visto ganancias rápidas en los últimos meses, puedan estar sobrevaloradas. Además, el fortalecimiento del yen japonés está añadiendo más dificultades a las empresas japonesas y a los comerciantes globales que dependen de una moneda más débil para aumentar su competitividad. Los analistas también han planteado preguntas sobre si la Reserva Federal ha sido tardía en su decisión de recortar las tasas de interés, lo que podría complicar aún más los esfuerzos de recuperación económica. En el ámbito de la geopolítica, las tensiones en Oriente Medio están escalando, particularmente entre Israel e Irán. Tras el asesinato de un alto líder de Hamas en suelo iraní, Irán ha prometido venganza, elevando el espectro de un conflicto más amplio. El Secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, ha respondido movilizando aviones de combate adicionales y buques de guerra con capacidad de lanzamiento de misiles a la región para reforzar las defensas de Israel ante las crecientes amenazas. El presidente Biden ha estado en comunicación estrecha con líderes regionales clave, incluido el rey Abdullah II de Jordania, mientras los esfuerzos diplomáticos se intensifican para prevenir más hostilidades. A medida que el panorama político cambia en EE. UU., las próximas elecciones presidenciales están a menos de 100 días, con la vicepresidenta Kamala Harris lista para anunciar a su compañero de fórmula. El proceso de selección se ha vuelto contencioso, con varias facciones dentro del Partido Demócrata compitiendo por influencia y apoyo. En un giro inesperado, el ex presidente Donald Trump ha atribuido la reciente caída en los mercados bursátiles a la inmigración, un sentimiento expresado durante una entrevista en vivo. En otros lugares, eventos significativos se están desarrollando alrededor del mundo, desde violentos disturbios de extrema derecha en Gran Bretaña que ponen a prueba al recién instalado gobierno laborista, hasta la transferencia de control por parte del ejército de EE. UU. de su última base en Níger en medio del creciente extremismo en la región del Sahel. En Bangladesh, estallaron celebraciones públicas tras la renuncia de la primera ministra Sheikh Hasina, mientras que en Myanmar, los combatientes rebeldes proclamaron victoria al apoderarse de una base militar cerca de la frontera con China. A medida que se desarrollan estos acontecimientos, el mundo observa de cerca, anticipando cómo las preocupaciones económicas y los conflictos geopolíticos podrían moldear aún más el panorama global en los próximos meses. En medio de la incertidumbre, los analistas de mercado sugieren que un enfoque cauteloso puede ser lo más prudente mientras los inversores navegan por estas aguas turbulentas.