El enfoque paternalista de Fossati: clave en el éxito de la selección peruana

El enfoque paternalista de Fossati: clave en el éxito de la selección peruana

El enfoque paternalista de Fossati con la selección peruana genera opiniones encontradas, pero su respaldo a jugadores clave como Cueva ha fortalecido el equipo y fomentado la unión, el compromiso y el desarrollo integral. Su filosofía centrada en el aspecto humano busca el éxito a largo plazo más allá de los resultados deportivos, demostrando impacto positivo en la bicolor.

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Deportes 07.03.2024
El manual de docencia que está siguiendo el técnico uruguayo Gustavo Fossati con la selección peruana está dando de qué hablar y generando opiniones encontradas en el mundo del fútbol. Su enfoque paternalista y cercano con algunos jugadores, en particular con Christian Cueva, ha despertado debates sobre si esta estrategia es positiva o no para el equipo nacional. En un contexto en el que el mediocampista era blanco de críticas y dudas por parte de la afición y la prensa, Fossati decidió respaldarlo y darle la confianza necesaria para desplegar su talento en la selección. Esta relación entre técnico y jugador ha sido clave en el rendimiento de Cueva, quien se ha convertido en un pilar fundamental para la bicolor en los últimos años, contribuyendo a importantes logros como la clasificación al Mundial de Rusia 2018 y el subcampeonato en la Copa América Brasil 2019. El enfoque de Fossati no es una cuestión de imitar a su predecesor, Ricardo Gareca, sino más bien refleja su propia filosofía de trabajo. El técnico uruguayo se caracteriza por trascender lo meramente deportivo y preocuparse por el bienestar y desarrollo personal de sus jugadores. Esta forma de gestionar el equipo ya dio frutos en su etapa con Universitario, donde logró potenciar el rendimiento de jugadores como Piero Quispe, quien pasó de ser suplente a destacar como uno de los mejores futbolistas de la Liga 1. La cercanía y el apoyo brindado por Fossati a jugadores emblemáticos como Paolo Guerrero y Carlos Zambrano también han sido destacados. El técnico ha mantenido comunicación constante con ellos, ofreciendo consejos y mostrando interés por su futuro futbolístico. Esta actitud ha sido bien recibida por los futbolistas, quienes han valorado la confianza depositada en ellos y la ilusión transmitida por el entrenador. La intención de Fossati de recuperar a jugadores que habían salido de la consideración para la selección, como es el caso de Cueva, Guerrero y Zambrano, muestra su compromiso por fortalecer el equipo y contar con un plantel equilibrado y competitivo. La estrategia del técnico uruguayo se enfoca en formar un grupo unido y comprometido, donde todos los jugadores sean piezas fundamentales en el esquema de juego. En definitiva, el paternalismo de Fossati con figuras clave de la selección peruana se presenta como una apuesta positiva para el equipo, ya que fomenta la unión, el compromiso y el desarrollo integral de los jugadores. Su enfoque centrado en el aspecto humano y el respaldo constante a sus dirigidos demuestran que su objetivo va más allá de los resultados deportivos, buscando construir una base sólida para el éxito a largo plazo. La confianza depositada en Fossati por parte de los jugadores refleja el impacto positivo que esta filosofía de trabajo está teniendo en la selección peruana.
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