Pese a la “pausa ambiental” indefinida, persisten los incendios en Bolivia y empeora la calidad del aire

Pese a la “pausa ambiental” indefinida, persisten los incendios en Bolivia y empeora la calidad del aire

Mientras el fuego no da tregua, el Senado abrogó una ley denominada "incendiaria" que tenía incidencia directa con las quemas. Solo en Santa Cruz se registran 33 incendios activos, según el último reporte

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Desastres Naturales HACE 12 HORAS

Los incendios forestales en Bolivia continúan extendiéndose, a pesar de que desde el 11 de septiembre se implementó una “pausa ambiental indefinida” a nivel nacional, una medida destinada a frenar la devastación del medio ambiente y proteger la salud de la población. Sin embargo, los datos recientes del Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) revelan que en Santa Cruz se mantienen activos 33 incendios en 11 municipios, lo que no solo agrava el problema de los incendios, sino que también está provocando una notable degradación de la calidad del aire en la región.


El humo generado por estos incendios ha llevado a que el Índice de Calidad del Aire (ICA) en algunas ciudades bolivianas, especialmente en Santa Cruz, alcance niveles alarmantes. El jueves pasado, por ejemplo, se registró un ICA de 172, un nivel que se clasifica como “muy malo” y que representa un serio riesgo para la salud pública. Esta situación ha llevado a las autoridades locales a emitir recomendaciones urgentes, instando a la población a limitar sus actividades al aire libre, evitar ejercicios físicos intensos y utilizar barbijos para protegerse del aire contaminado.


A pesar de la prohibición de quemas vigente, que se encuentra en el Decreto Supremo 5225, los incendios no parecen ceder. Esta normativa anula las autorizaciones para quemas de la Autoridad de Fiscalización de Bosques y Tierras (ABT), que previamente permitían prácticas que muchas veces resultaban en incendios descontrolados. La implementación de esta pausa ambiental se había esperado como una solución eficaz para abordar un problema que ha persistido en el país, pero los acontecimientos recientes sugieren que aún queda mucho camino por recorrer.


La situación se ha complicado aún más debido a la humareda, que ha impactado seriamente en el funcionamiento de la aviación civil. Diez aeropuertos en Santa Cruz se han visto obligados a suspender sus operaciones aéreas por la mala visibilidad causada por el humo, lo que añade una capa más de complicación a un escenario ya crítico. Sin embargo, el aeropuerto de Viru Viru ha continuado con sus operaciones comerciales, tanto nacionales como internacionales.


En respuesta a la crisis ambiental, el Senado boliviano ha tomado medidas significativas al abrogar la ley 741, que permitía el desmonte de hasta 20 hectáreas, una normativa que había sido criticada por su potencial a fomentar las quemas ilegales. La senadora Cecilia Requena destacó que esta ley era una de las más preocupantes, ya que permitía que comunidades realizaran desmontes sin un derecho de propiedad consolidado, lo que a menudo se traducía en incendios forestales.


La derogación de esta ley no es un acto aislado, sino que se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio por parte del gobierno para abordar las causas subyacentes de los incendios forestales. El Senado también ha aprobado la abrogación de otras dos leyes relacionadas con el uso de quemas, indicando un cambio significativo en el enfoque legislativo hacia la protección del medio ambiente.


El daño acumulado en el departamento de Santa Cruz es alarmante. Según datos proporcionados por Jhonny Rojas, coordinador del COED, más de 3 millones de hectáreas han sido consumidas por el fuego en lo que va del año, afectando a más de 700 familias y dañando 21 viviendas. Las autoridades locales han activado la declaratoria de desastre en 15 municipios, una medida que refleja la gravedad de la situación y la necesidad urgente de intervención.


Este panorama desolador suscita preocupación no solo por la calidad del aire y el impacto en la salud de la población, sino también por las implicaciones a largo plazo para el medio ambiente y la biodiversidad en Bolivia. La deforestación y la destrucción de ecosistemas naturales tienen consecuencias que se sienten en múltiples niveles, afectando no solo a las comunidades locales, sino también a la lucha global contra el cambio climático.


La lucha contra los incendios forestales y la degradación ambiental en Bolivia es una tarea que requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad. Desde las autoridades gubernamentales hasta las comunidades locales y la ciudadanía en general, todos tienen un papel que desempeñar en la protección de los recursos naturales y en la promoción de prácticas sostenibles. La situación actual debe ser un llamado a la acción urgente y coordinada para mitigar el daño y asegurar un futuro más sostenible para el país.

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