Polémica por el uso de gas xenón para escalar el Everest: ¿los nuevos récords son 'legales'?

Polémica por el uso de gas xenón para escalar el Everest: ¿los nuevos récords son 'legales'?

Cuatro exsoldados de las fuerzas especiales británicas establecieron hoy un nuevo registro al escalar la montaña más alta del mundo en menos de cinco días

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 25.05.2025

La reciente hazaña de cuatro exsoldados británicos, quienes establecieron un nuevo récord al escalar el monte Everest en menos de cinco días, ha suscitado un intenso debate sobre la ética y la legalidad del uso de gas xenón en expediciones de alta montaña. Este grupo, que logró alcanzar la cumbre apenas un día después de llegar a Katmandú, ha desafiado las convenciones establecidas del montañismo al ignorar el tradicional proceso de aclimatación que suele durar más de un mes.


El uso de gas xenón, un tratamiento comúnmente utilizado para combatir el mal de altura, ha sido considerado controvertido en este contexto. Los escaladores se prepararon con antelación mediante el uso de tiendas de campaña hipóxicas y técnicas de entrenamiento especializadas, además de recibir el gas xenón dos semanas antes de su ascenso. Sin embargo, este enfoque ha llevado a cuestionar si su ascenso puede ser considerado justo o si, por el contrario, rompe las normas no escritas del montañismo.


El director del Departamento de Turismo de Nepal, Himal Gautam, ha indicado que su oficina no fue notificada sobre el uso de gas xenón por parte de este grupo, lo que ha llevado a abrir una investigación al respecto. Esta falta de comunicación es significativa, ya que la legislación nepalí exige a los escaladores y a las agencias que los representan declarar todos los materiales y sustancias utilizadas durante las expediciones.


El proceso habitual de aclimatación es crucial para los montañistas que se aventuran en altitudes extremas, donde los niveles de oxígeno son peligrosamente bajos. Esta fase permite que los cuerpos se adapten y minimiza el riesgo de sufrir mal de altura, edema pulmonar o complicaciones cerebrales. Sin embargo, la expedición de los exsoldados británicos ha desafiado esta norma, lo que plantea interrogantes sobre la legitimidad de sus logros.


Lukas Furtenbach, propietario de Furtenbach Adventures, la empresa organizadora de la expedición, se defiende afirmando que no se hizo nada inapropiado y que el uso del gas xenón representa una innovación médica que podría hacer las expediciones más sostenibles. Según Furtenbach, esta técnica no solo tiene el potencial de acortar el tiempo de ascenso, sino que también podría reducir la basura generada y minimizar el impacto ambiental en la región.


Sin embargo, la controversia se profundiza con las implicaciones económicas que podría tener este cambio en el modelo de expediciones al Everest. Dambar Parajuli, presidente de la Asociación de Operadores de Expediciones de Nepal, ha expresado su preocupación de que si estos ascensos rápidos se vuelven comunes, se podría ver afectado significativamente el modelo económico que sostiene a muchas comunidades locales. Los sherpas, porteadores y guías que dependen del turismo de montañismo podrían enfrentarse a una disminución drástica en las oportunidades laborales.


Parajuli también menciona que, aunque el montañismo no está regulado por las mismas normas que los deportes competitivos, el uso de sustancias que alteran el rendimiento físico en condiciones extremas plantea importantes cuestiones éticas. La Agencia Mundial Antidopaje ya había prohibido el uso de gas xenón en competiciones deportivas, argumentando que podría proporcionar una ventaja injusta.


Adicionalmente, este episodio ha puesto de relieve la necesidad de establecer regulaciones más claras sobre el uso de tecnologías y sustancias en el montañismo. La comunidad de escaladores y las autoridades nepalíes deben considerar las implicaciones de aceptar métodos de ascenso que, aunque innovadores, pueden desafiar el espíritu de aventura y el esfuerzo físico que el montañismo tradicional representa.


La reacción global ante esta polémica no se ha hecho esperar, y muchos están atentos a cómo se desarrollará la investigación del Departamento de Turismo de Nepal. La manera en que se aborden las preocupaciones sobre el uso de gas xenón podría sentar un precedente para futuras expediciones y, potencialmente, redefinir lo que significa escalar el Everest.


A medida que la discusión avanza, queda por ver si los logros de los exsoldados británicos serán validados en el contexto de la comunidad montañista y si se establecerán nuevos estándares para la ética en este apasionante pero arriesgado deporte.

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