Trump moviliza a la Guardia Nacional a Los Ángeles por las protestas contra las redadas migratorias

Trump moviliza a la Guardia Nacional a Los Ángeles por las protestas contra las redadas migratorias

La ciudad suma dos días de choques por los operativos realizados por ICE en varios puntos de la ciudad. El gobernador de California asegura que la maniobra solo escalará la tensión

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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Mundo 08.06.2025

La tensión en Los Ángeles ha alcanzado niveles extremos ante la decisión de la Administración Trump de movilizar a la Guardia Nacional para hacer frente a las protestas que han estallado en respuesta a las redadas migratorias llevadas a cabo por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Durante el último fin de semana, la ciudad fue escenario de enfrentamientos violentos entre manifestantes y agentes federales, lo que ha colocado al gobierno en una complicada encrucijada ante la situación social y política que se vive en el país.


Las redadas, que resultaron en la detención de 44 indocumentados, se llevaron a cabo en diversos puntos de la ciudad, incluyendo un sitio de trabajo en Paramount, una localidad donde la comunidad latina representa una parte significativa de la población. Durante las operaciones, se reportaron enfrentamientos entre quienes defienden los derechos de los inmigrantes y los agentes de ICE, lo que culminó en el uso de gas lacrimógeno y granadas aturdidoras por parte de las fuerzas de seguridad.


El gobernador de California, Gavin Newsom, ha sido un crítico acérrimo de estas políticas, afirmando que la activación de 2,000 soldados reservistas no solo exacerbará la tensión, sino que también erosionará la confianza pública en las instituciones. La respuesta de la administración de Trump, que ha defendido sus acciones como necesarias para mantener el orden, ha encontrado un fuerte rechazo en la comunidad local y entre varios líderes políticos.


La violencia se intensificó cuando los manifestantes, muchos de ellos activistas por los derechos de los inmigrantes, comenzaron a formar barricadas y a encender fuegos en las calles. Los gritos de "Fuera ICE" resonaban en el aire, mientras que algunos manifestantes lanzaban objetos a las patrullas y vehículos oficiales. La situación se volvió caótica, obligando a la movilización de una fuerza de élite de la Patrulla Fronteriza, que empleó tácticas antidisturbios para intentar restablecer el orden.


El clima de confrontación fue tal que un grupo de manifestantes se vio involucrado en un altercado directo con las fuerzas del orden, resultando en lesiones para al menos dos personas. A pesar de las acusaciones de violencia contra los agentes de ICE, la administración ha insistido en que todos los procedimientos se llevaron a cabo dentro del marco de la ley y en respuesta a un aumento en la violencia hacia sus funcionarios.


En medio de este descontento, el cónsul de México en Los Ángeles, Carlos González, ha expresado su preocupación por el número de ciudadanos mexicanos detenidos en las redadas. González ha resaltado que muchas de las personas arrestadas son trabajadores que han estado en el país durante años, lo que genera una profunda preocupación sobre el impacto que estas políticas tienen sobre familias y comunidades establecidas.


La respuesta de Trump y su gabinete ha sido clara: afirman que el incremento en las detenciones es parte de un esfuerzo más amplio para combatir la inmigración ilegal y el crimen organizado. Sin embargo, las críticas desde el ámbito local apuntan a que estas medidas solo agravan una situación ya compleja y tensa.


Las declaraciones de funcionarios del gobierno han puesto el foco en la responsabilidad de representantes demócratas, quienes, según ellos, han contribuido a la polarización del debate migratorio. La narrativa oficial sugiere que la demonización de las fuerzas de seguridad ha llevado a un aumento en la hostilidad hacia los agentes de ICE, complicando aún más la ya frágil relación entre las comunidades inmigrantes y las autoridades.


Frente a esta crisis, muchos ciudadanos y líderes comunitarios en Los Ángeles se preguntan cómo podría evolucionar la situación en los próximos días. La movilización de la Guardia Nacional y el aumento de la presencia militar en las calles han generado una sensación de alarma entre quienes defienden los derechos humanos y quienes abogan por una reforma migratoria más justa y humana.


El desenlace de esta crisis dependerá no solo de la respuesta de las autoridades, sino también de la capacidad de la comunidad y sus líderes para organizarse y expresar sus demandas de manera pacífica. La lucha por los derechos de los inmigrantes, en última instancia, se ha convertido en una de las narrativas más importantes en la sociedad estadounidense, y Los Ángeles está en el centro de esta batalla por la justicia y la dignidad.

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