Estudio revela cómo un estilo de vida saludable puede frenar el alzhéimer

Estudio revela cómo un estilo de vida saludable puede frenar el alzhéimer

Más de 20 personas con deterioro cognitivo o demencia leves cambiaron su estilo de vida por casi cinco meses para ver los cambios en sus funciones cognitivas.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 14.06.2024

Un reciente estudio publicado en la revista médica Alzheimer's Research and Therapy ha revelado información crucial sobre cómo reducir el avance del alzhéimer a través de cambios en el estilo de vida. Esta investigación, que contó con la participación de 49 personas de entre 45 y 90 años con deterioro cognitivo leve o demencia, arrojó resultados prometedores que podrían marcar un antes y un después en la lucha contra esta enfermedad neurodegenerativa.


Durante un periodo de 20 semanas, la mitad de los participantes se comprometió a adoptar un estilo de vida saludable, mientras que el resto mantuvo sus hábitos habituales. Los cambios implementados incluyeron una dieta vegana rica en carbohidratos complejos y baja en grasas nocivas, edulcorantes y carbohidratos refinados. Además, se realizaron ejercicios aeróbicos como caminatas diarias y actividades de fuerza, así como prácticas de meditación, yoga y respiración para combatir el estrés. Se complementó la alimentación con suplementos como omega 3, vitamina C y B12, entre otros.


Al finalizar el periodo de intervención, se llevaron a cabo pruebas cognitivas y análisis de sangre en todos los participantes. Los resultados fueron reveladores: aquellos que se adhirieron al nuevo estilo de vida experimentaron mejoras significativas en sus funciones cognitivas, mientras que aquellos que no realizaron cambios vieron cómo su condición cognitiva se deterioraba. Estos hallazgos apuntan directamente a la importancia de factores como la alimentación, la actividad física y el manejo del estrés en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.


La importancia de este estudio radica en la posibilidad de prevenir o ralentizar el avance del alzhéimer a través de intervenciones relativamente sencillas en el día a día. La combinación de una dieta saludable, ejercicio regular y técnicas de reducción del estrés no solo beneficia la salud en general, sino que también puede tener un impacto positivo en la salud cognitiva a largo plazo. Este enfoque holístico hacia el cuidado de la salud mental y física se muestra como una herramienta poderosa en la lucha contra enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.


Los resultados de este estudio resaltan la importancia de la prevención y el autocuidado en la salud cerebral. En un contexto donde el envejecimiento de la población y la prevalencia de enfermedades neurodegenerativas están en aumento, contar con estrategias efectivas para preservar la salud cognitiva se vuelve fundamental. La evidencia científica respalda la idea de que pequeños cambios en el estilo de vida pueden tener un impacto significativo en la salud del cerebro a lo largo del tiempo.


Es crucial destacar que la prevención y el tratamiento del alzhéimer son temas de gran relevancia en la actualidad, ya que esta enfermedad afecta a millones de personas en todo el mundo y supone una carga tanto para los pacientes como para sus familias y cuidadores. Por lo tanto, contar con información basada en evidencia científica sobre cómo abordar esta enfermedad desde una perspectiva preventiva es un paso fundamental en la lucha contra el alzhéimer.


En conclusión, este estudio aporta datos alentadores sobre la influencia que un estilo de vida saludable puede tener en la salud cognitiva y, específicamente, en la prevención del avance del alzhéimer. La combinación de una alimentación adecuada, ejercicio físico regular y técnicas de manejo del estrés se posiciona como una estrategia efectiva para preservar la salud del cerebro a lo largo de la vida. Estos hallazgos abren nuevas perspectivas en la investigación y el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, ofreciendo esperanza y oportunidades para mejorar la calidad de vida de quienes padecen estas condiciones.

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