Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Durante la jornada del martes en la Cumbre del Clima COP29, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, lanzó un mensaje contundente y desgarrador al conectar el cambio climático con el reciente desastre que ha devastado la provincia de Valencia. En su discurso, Sánchez no dudó en calificar la situación como "el mayor desastre natural de nuestra historia", haciendo hincapié en que las condiciones climáticas extremas, exacerbadas por el calentamiento global, han contribuido a la trágica muerte de más de 220 compatriotas en España. Sánchez se dirigió a una audiencia compuesta por líderes mundiales, desde presidentes hasta monarcas, para subrayar la relación directa entre el cambio climático y el sufrimiento humano. "He venido hasta aquí para hablar de una terrible verdad que la ciencia lleva tiempo señalando, que el cambio climático mata", afirmó, enfatizando que el año pasado, 300.000 personas perdieron la vida a causa de este fenómeno global. Su intervención se produjo en un momento crítico, donde la necesidad de acción se vuelve imperativa ante la evidencia que la ciencia presenta. El presidente español se centró en la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó Valencia, señalando que, según las investigaciones preliminares, este tipo de eventos climáticos extremos son cada vez más frecuentes y severos, en parte gracias a las alteraciones en el clima provocadas por la actividad humana. Esta conexión entre el clima y la tragedia es un llamado a la acción que resuena en un contexto global, donde muchos gobiernos parecen titubear ante la urgencia de actuar. "En este momento, solo hay una cosa tan importante como ayudar a las víctimas de la tragedia en Valencia. Es evitar que se produzca de nuevo", subrayó el presidente, recordando la necesidad de implementar medidas efectivas para prevenir futuros desastres naturales. Con su discurso, Sánchez intenta no solo consolar a los afectados, sino también movilizar a la comunidad internacional para que se tomen decisiones valientes y necesarias. Sánchez, en su intervención, también criticó a aquellos que argumentan que la lucha contra el cambio climático puede perjudicar la economía. "Luchar contra el cambio climático no significa renunciar a la abundancia o volver a la Edad de Piedra", destacó, apelando a la innovación y a la transformación hacia un modelo más sostenible que permita un crecimiento económico inclusivo y ecológico. El mensaje es claro: la transición hacia un futuro más verde no es un sacrificio, sino una oportunidad. El presidente insistió en que España está comprometida con sus metas climáticas, incluyendo la neutralidad de carbono para 2050 y el cumplimiento del Acuerdo de París. A pesar de que España ha reducido sus emisiones y ha mostrado un crecimiento económico notable, Sánchez enfatizó que la lucha contra el cambio climático no puede ser un esfuerzo aislado. "De poco sirve si solo lo hacemos unos y no otros", afirmó, llamando a la cooperación global para abordar esta crisis. También se abordó el tema de la financiación climática, un aspecto crucial para los países más vulnerables. Sánchez reveló que España ha contribuido con 1.400 millones de euros al fondo de apoyo climático en 2023, superando las expectativas y compromisos previos. Sin embargo, advirtió que esta cifra es solo un primer paso, y que las necesidades de financiación climática global son mucho mayores, hablando de billones en lugar de miles de millones. El discurso de Sánchez en la COP29 no solo fue una oportunidad para abogar por las víctimas de la DANA en Valencia, sino que también reflejó la desesperación y la urgencia que sienten muchos en el mundo ante la creciente amenaza del cambio climático. "No se trata de decrecer, sino de crecer de una manera distinta, más sostenible", repitió, enfatizando que el futuro de las clases trabajadoras está en juego si no se actúa con decisión. La intervención de Sánchez en Bakú es un recordatorio de que la lucha contra el cambio climático es una cuestión de vida o muerte. Los desastres naturales, como los que recientemente han afectado a España, son una advertencia sobre las consecuencias de la inacción. La comunidad internacional debe escuchar este llamado y actuar en consecuencia, antes de que más vidas se pierdan y más comunidades sean devastadas. Con el telón de fondo de un inminente cambio en la administración de Estados Unidos, que podría afectar los esfuerzos globales contra el cambio climático, las palabras de Sánchez resuenan con mayor fuerza. La necesidad de establecer compromisos firmes y asequibles para la financiación climática es más urgente que nunca. En este contexto, la COP29 se convierte en un escenario crucial no solo para discutir metas, sino también para forjar un futuro más resiliente para todos.