Musk lanza xAI con Colossus, un superordenador que redefine la IA y su sostenibilidad

Musk lanza xAI con Colossus, un superordenador que redefine la IA y su sostenibilidad

El empresario presentó a Colossus, su supercomputadora integrada con 100.000 unidades de procesamiento gráfico (GPU) Nvidia H100, diseñada para mejorar su invención en este campo: xAI

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 10.09.2024

Elon Musk, conocido por sus ambiciosas iniciativas en el ámbito tecnológico, ha dado un nuevo paso en la carrera por el dominio de la inteligencia artificial (IA) con el lanzamiento de su última creación: xAI. Esta nueva empresa, que Musk describe como un proyecto que busca “conocer la verdad del universo”, se presenta como un competidor directo de herramientas de IA ya establecidas, como ChatGPT de OpenAI. Con su objetivo de desarrollar un modelo de IA que no solo sea generativo, sino que también ofrezca una comprensión más profunda y precisa del conocimiento humano, xAI ha captado la atención del mundo entero.


El corazón de esta iniciativa es un superordenador denominado “Colossus”, diseñado específicamente para entrenar a Grok, el modelo de lenguaje que ya se utiliza en la plataforma X, anteriormente conocida como Twitter. Colossus es una máquina monumental que combina 100.000 unidades de procesamiento gráfico (GPU) Nvidia H100, posicionándose como uno de los sistemas más potentes jamás construidos en el ámbito de la IA. Este impresionante hardware no es solo una demostración de poder, sino que abre la puerta a avances significativos en el procesamiento de datos y la inteligencia artificial.


La arquitectura de Colossus no se detiene en las 100.000 GPU iniciales. Musk ha mencionado planes para incorporar 50.000 chips Nvidia H200, que, según su afirmación, ofrecen un rendimiento dos veces superior al de las H100. Este despliegue de tecnología no solo busca superar a la competencia, sino que también establece un nuevo estándar en lo que respecta a las capacidades de procesamiento de la IA, permitiendo a modelos como Grok aprender de volúmenes de datos masivos a una velocidad sin precedentes.


El costo de esta monumental inversión es igualmente impresionante. Se estima que Musk ha desembolsado entre 2.000 millones de dólares y más, solo en la primera fase del proyecto, dado que cada unidad de GPU oscila entre 20.000 y 90.000 dólares. Sin embargo, esa cifra no refleja el costo total, ya que es necesario considerar la infraestructura adicional, los centros de datos y el personal especializado requerido para operar un sistema de esta envergadura.


Grok-3, la versión más avanzada del modelo de lenguaje que Musk planea lanzar, promete ser hasta siete veces más potente que su predecesor, Grok-2, que ya contaba con 15.000 GPU H100. Según las proyecciones, esta nueva versión podría estar disponible para diciembre de este año, un anuncio que ha suscitado gran expectativa en la comunidad tecnológica. Musk sostiene que Grok-3 revolucionará la forma en que interactuamos con la inteligencia artificial, mejorando la precisión y la eficiencia de las respuestas generadas.


Sin embargo, detrás de esta innovación se encuentran preocupaciones serias que no pueden ser pasadas por alto. Uno de los aspectos más alarmantes del desarrollo de Colossus es su consumo energético. Musk ha estimado que este superordenador requerirá alrededor de 150 megavatios de energía, lo suficiente para abastecer a una pequeña ciudad. Además, el sistema necesitará un millón de galones de agua diariamente para su enfriamiento, lo que evidencia los costos ambientales asociados con tales proyectos tecnológicos.


La comunidad ambientalista ha levantado la voz ante estos desarrollos, advirtiendo sobre las implicaciones que la creación de superordenadores de esta magnitud puede tener sobre el medio ambiente. La creciente demanda de energía y recursos hídricos plantea preguntas urgentes sobre la sostenibilidad de estos proyectos y su contribución al cambio climático. A medida que la tecnología avanza, se vuelve esencial encontrar un equilibrio entre la innovación y la responsabilidad ambiental.


Activistas y expertos en sostenibilidad han criticado la falta de un enfoque más proactivo para minimizar la huella de carbono asociada con la IA. Argumentan que el desarrollo de tecnología de punta debe ir acompañado de un compromiso real con la sostenibilidad, implementando prácticas que mitigar el impacto ambiental. La presión sobre Musk y su equipo de xAI para que adopten un enfoque más consciente y responsable es creciente, y la manera en que respondan a estas críticas podría definir el futuro de su proyecto.


A medida que xAI y Colossus avanzan en su misión de redefinir la inteligencia artificial, el mundo observa con interés y cautela. La promesa de desvelar “la verdad del universo” es indudablemente intrigante, pero la forma en que se logre este objetivo tendrá repercusiones que van más allá de la tecnología, afectando a la sociedad y al medio ambiente en su conjunto. Los próximos meses serán decisivos para determinar si Musk y su equipo pueden cumplir con sus ambiciosas promesas sin sacrificar la salud del planeta.

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