Un estudio asocia a las bacterias de la boca con un problema de salud cerebral a medida que se envejece

Un estudio asocia a las bacterias de la boca con un problema de salud cerebral a medida que se envejece

Estos microorganismos también podrían ser claves para la prevención de la demencia

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 15.02.2025

En un estudio reciente de la Universidad de Exeter, se han revelado hallazgos que podrían transformar nuestra comprensión de la salud cerebral, especialmente en la población de adultos mayores. La investigación, que se basa en un análisis de 110 participantes mayores de 50 años, pone de relieve una posible conexión entre las bacterias que residen en la boca y los cambios en las funciones cerebrales a medida que las personas envejecen. Este vínculo sugiere que la salud bucal podría ser un factor determinante en la memoria, atención y, alarmantemente, en el riesgo de desarrollar demencia.


El estudio se llevó a cabo utilizando datos de un proyecto en línea llamado 'PROTECT', que realiza un seguimiento de la salud cerebral de más de 25,000 personas de mediana edad en el Reino Unido. Los investigadores se enfocaron en comparar las muestras bucales de individuos con signos de deterioro cognitivo leve con aquellas de personas que no presentan problemas de función cerebral. Este enfoque ha permitido identificar patrones significativos en la correlación entre la microbiota bucal y la salud cognitiva.


Los hallazgos revelan una compleja interacción entre las bacterias beneficiosas y dañinas presentes en la boca. En particular, se observó que la bacteria Porphyromonas, a menudo asociada con problemas periodontales, era más frecuente en aquellos con dificultades de memoria. Este descubrimiento sugiere que la presencia de ciertas bacterias puede ingresar al torrente sanguíneo, lo que podría afectar negativamente la función cerebral.


Por otro lado, el estudio también destacó la importancia de un equilibrio saludable entre las bacterias en la boca. La investigación encontró que una reducción en los niveles de nitratos, compuestos que son esenciales para la memoria y la comunicación cerebral, estaba vinculada a la presencia de la bacteria Prevotella. Esto plantea interrogantes sobre cómo la dieta y la salud bucal podrían interactuar para influir en el deterioro cognitivo, especialmente en aquellos que tienen el gen de riesgo de Alzheimer, ApoE4.


El estudio no se detiene en las bacterias perjudiciales; también subraya la presencia de bacterias beneficiosas como Neisseria y Haemophilus, que se asociaron con una mejor función cognitiva en los participantes. Aquellos con altos niveles de estas bacterias mostraron habilidades superiores en memoria, atención y capacidad para realizar tareas complejas. Esta información resalta la dualidad de la microbiota bucal y su impacto en la salud cerebral.


La investigadora Joanna L'Heureux, implicada en el estudio, hizo una sugerencia intrigante: la posibilidad de utilizar pruebas bacterianas como parte de los controles dentales rutinarios. Esto podría permitir la detección temprana de signos de deterioro en la salud cerebral, ofreciendo una vía para intervenciones preventivas que podrían marcar la diferencia en el futuro de muchos pacientes.


El deterioro cognitivo leve es un problema creciente, afectando aproximadamente al 15% de los adultos mayores. Este estado es un precursor de condiciones más severas como la demencia y el Alzheimer, lo que acentúa la necesidad de estrategias efectivas para abordar estos problemas. La profesora Anne Corbett, también de la Universidad de Exeter, enfatizó que los hallazgos de la investigación podrían tener profundas implicaciones para el tratamiento y la prevención de estas enfermedades.


Las posibles soluciones que se derivan de esta investigación son prometedoras. Corbett sugiere que si ciertas bacterias pueden ser beneficiosas para la función cerebral mientras que otras pueden ser perjudiciales, se podrían desarrollar tratamientos que alteren el equilibrio de la microbiota bucal. Esto podría lograrse a través de cambios en la dieta, el uso de probióticos, el establecimiento de rutinas de higiene bucal más estrictas, o incluso tratamientos específicos para modificar la flora bacteriana.


A medida que la ciencia avanza, es evidente que la relación entre la salud bucal y la salud cerebral se vuelve cada vez más relevante. Este estudio de la Universidad de Exeter abre la puerta a nuevas investigaciones y potencialmente a nuevas estrategias para combatir el deterioro cognitivo. La conexión entre la boca y el cerebro podría convertirse en un enfoque clave en la lucha contra el envejecimiento y sus efectos adversos en la salud mental. Con un enfoque proactivo en la salud bucal, podríamos estar un paso más cerca de prevenir condiciones devastadoras como la demencia y el Alzheimer.

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