Alerta en Perú: 81 puertos cerrados por oleajes anómalos afectan a comunidades costeras

Alerta en Perú: 81 puertos cerrados por oleajes anómalos afectan a comunidades costeras

De acuerdo con la Dirección de Hidrografía y Navegación (DHN) de la Marina de Guerra del Perú, a la fecha hay 81 puertos cerrados, caletas y terminales por oleaje anómalo. En detalle, son 43 registradas en el norte y 38 en el centro.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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La reciente alerta emitida por la Dirección de Hidrografía y Navegación (DHN) de la Marina de Guerra del Perú ha puesto en alerta a las comunidades costeras del país, dado que un total de 81 puertos, caletas y terminales han sido cerrados debido a oleajes anómalos. Este fenómeno, que afecta principalmente a la zona norte y central del país, está generando preocupaciones tanto en el ámbito económico como en la seguridad de los ciudadanos.


En el norte, la situación es particularmente grave. Entre los puertos cerrados se encuentran Zorritos-Puerto Pizarro y varios terminales en las provincias de Tumbes y Piura, incluyendo caletas conocidas por su actividad pesquera y turística, como Máncora y Lobitos. La prohibición de operaciones en estos lugares no solo afecta la economía local, que depende en gran medida del turismo y la pesca, sino que también ha llevado a la suspensión de actividades comerciales en varios distritos.


Los daños no se limitan únicamente a los puertos. Comunidades en localidades como Sechura, Paita y Talara han reportado efectos colaterales en sus sectores turísticos y pesqueros. Esto es alarmante, ya que muchos de estos lugares viven del flujo de turistas y de la extracción de recursos marinos, lo que pone en peligro la subsistencia de numerosas familias.


En el centro del país, la situación no es menos preocupante. Puertos en la región de Áncash, así como en la provincia del Callao, están inoperativos, lo que afecta la logística de transporte marítimo y la importación y exportación de bienes. La advertencia de la DHN incluye restricciones en caletas y terminales que habitualmente manejan un volumen significativo de carga y pasajeros, lo que podría generar cuellos de botella en la cadena de suministro.


Desde el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) se han emitido recomendaciones a la población para evitar exponerse a este fenómeno. La entidad ha instado especialmente a las comunidades costeras a que se mantengan informadas y tomen precauciones para evitar accidentes o daños personales. La recomendación de suspender las actividades portuarias y pesqueras hasta que se normalice la situación es un llamado a la atención que debe ser tomado en serio.


Los meteorólogos advierten que el oleaje anómalo podría extenderse hasta el próximo año, lo que significa que las comunidades tendrán que lidiar con estas condiciones adversas durante un período prolongado. Esta proyección ha generado inquietud entre los pescadores y empresarios turísticos, quienes temen que una situación tan prolongada podría causar estragos irreparables en sus medios de vida.


Además, los daños a la infraestructura portuaria podrían requerir reparaciones costosas y prolongadas, lo que representa un desafío adicional para las autoridades locales y regionales. Muchos de estos puertos y caletas son vitales no solo para la economía, sino también para la seguridad alimentaria de las comunidades que dependen de la pesca.


La situación actual ha puesto de relieve la necesidad de una infraestructura costera resiliente y planes de contingencia para hacer frente a fenómenos climáticos extremos. Con el cambio climático como un factor cada vez más determinante, las autoridades deberán evaluar sus estrategias y buscar soluciones innovadoras que permitan a las comunidades costeras adaptarse y proteger sus recursos.


En medio de esta crisis, la solidaridad entre las comunidades se vuelve crucial. Los líderes locales y regionales han comenzado a organizarse para brindar apoyo a los más afectados, tratando de mitigar el impacto económico y social de los cierres. Se están explorando alternativas para diversificar las fuentes de ingreso y generar nuevas oportunidades de trabajo que no dependan únicamente del mar.


La situación de los puertos cerrados en Perú es un recordatorio de que el poder de la naturaleza puede tener un impacto significativo en la vida de las personas y en la economía de una nación. Las decisiones que se tomen ahora serán fundamentales para la recuperación futura y para garantizar que las comunidades costeras puedan afrontar los desafíos que se avecinan.

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