Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La reciente reactivación de la alerta de emergencia global por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante el virus mpox, comúnmente conocido como viruela del mono, ha generado una nueva ola de preocupación en la comunidad internacional. Desde que se desencadenó el brote epidémico en 2022, este virus ha afectado a cerca de 100,000 personas en 116 países, causando alrededor de 200 muertes, principalmente entre hombres con prácticas sexuales de riesgo. A pesar de que la vacunación había logrado contener el brote y la OMS levantó la emergencia en mayo de 2023, la aparición de una nueva variante del virus ha llevado a un cambio en la situación. El director de la OMS, Tedros Adhanom, subrayó la necesidad de una "respuesta internacional coordinada" para hacer frente a esta amenaza. La situación es particularmente crítica en África, donde el virus está causando un sufrimiento considerable, afectando a poblaciones vulnerables como niños y mujeres embarazadas. La reactivación de la emergencia no es una mera formalidad; implica la implementación de medidas concretas en los países afectados para detener la propagación del virus. La declaración de emergencia internacional implica que los países deben activar una serie de protocolos bajo el reglamento sanitario internacional. Esto incluye un aumento en la producción de la vacuna contra la viruela humana, el único recurso disponible para combatir la enfermedad. Aunque en España y otros países se realizó una campaña de vacunación durante el primer brote, en regiones como la República Democrática del Congo (RDC) aún no existe un plan estructurado para vacunar a la población. La realidad es que la preparación ante epidemias varía fundamentalmente de un país a otro. La mejor estrategia es actuar rápidamente en el lugar de origen del brote. Desde España, aunque no se debe entrar en pánico, es necesario mantenerse alerta. La portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, María Velasco, enfatiza que la globalización de estas infecciones requiere que todos estemos informados y capacitados para reconocerlas. El impacto de la declaración de la OMS también se sentirá en Europa. En respuesta a la alerta, el Comité de Seguridad Sanitaria de la Unión Europea ha convocado a los países miembros para discutir las actuaciones a seguir. Esto refleja la urgencia de una estrategia unificada para contrarrestar el avance del virus, especialmente en un momento en que las variantes más virulentas están en circulación. La nueva variante del virus que se ha detectado en África es motivo de especial preocupación. Se trata de una mutación que tiene una mayor tasa de transmisión y letalidad en comparación con las cepas previamente conocidas. Mientras que la variante que circuló en Europa era menos letal, la nueva cepa, que pertenece al clado 1b, presenta una mortalidad del 3%. Esta situación ha llevado a la OMS a investigar más a fondo, ya que se sospecha que podrían existir múltiples brotes en diferentes países, cada uno con características de transmisión y niveles de riesgo distintos. Respecto a la vacunación, es importante señalar que no hay una vacuna específica para el mpox. En su lugar, se utiliza la vacuna de la viruela humana, un fármaco que fue efectivo en las campañas de erradicación de la enfermedad en 1980. Si bien las personas que fueron vacunadas contra la viruela tienen cierto grado de protección, la disponibilidad de esta vacuna es un tema crítico. Actualmente, existen alrededor de medio millón de dosis en reserva, y se estima que podrían crearse 2.4 millones más para finales de este año, pero las necesidades son considerablemente mayores. Los síntomas de la viruela del mono son similares a los del primer brote, comprendiendo fiebre, síntomas respiratorios, dolores musculares e inflamación de los nódulos linfáticos. Sin embargo, lo más reconocible son las lesiones cutáneas que pueden aparecer en diversas partes del cuerpo, incluidos los genitales. Esto plantea un nuevo reto, tanto en términos de salud pública como en la gestión de la percepción de riesgo entre la población. En conclusión, la reactivación de la emergencia por el mpox destaca la importancia de una vigilancia constante y de una respuesta rápida en el ámbito global. La comunidad internacional debe unirse para garantizar que se tomen las medidas necesarias para contener el virus y proteger a las poblaciones más vulnerables, especialmente en un momento en que la capacidad de respuesta puede ser puesta a prueba por la aparición de variantes más agresivas. La salud pública no conoce fronteras, y la lucha contra el mpox es un recordatorio de que la cooperación internacional es fundamental para enfrentar los desafíos globales de salud.