Comienzan negociaciones de paz entre EE.UU. y Rusia en Riad sobre Ucrania

Comienzan negociaciones de paz entre EE.UU. y Rusia en Riad sobre Ucrania

Delegaciones al máximo nivel de Moscú y Washington sientan las bases de las negociaciones de paz en Arabia Saudí

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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Mundo 19.02.2025

Las primeras conversaciones de alto nivel entre Estados Unidos y Rusia para negociar la paz en Ucrania han comenzado en Riad, Arabia Saudí, generando expectativas y tensiones en igual medida. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, lidera la delegación americana, acompañado por figuras clave como el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, y el emisario especial de la Casa Blanca para Oriente Próximo, Steve Witkoff. Por su parte, Rusia está representada por el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, quien lleva consigo al consejero de Política Exterior del Kremlin, Yuri Ushakov.


El eje central de estas negociaciones gira en torno a la promesa hecha por la OTAN en 2008 de que Ucrania podría convertirse en miembro de la alianza militar. Rusia ha dejado claro que considera inaceptable esta posibilidad y ha solicitado que se desista de dicha promesa. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova, enfatizó que un simple compromiso de no aceptar a Ucrania en la OTAN no es suficiente para satisfacer las demandas de Moscú. Según ella, esta situación seguirá "envenenando la atmósfera en el continente europeo".


Por otro lado, Lavrov ha sido contundente al afirmar que no habrá concesiones territoriales a Ucrania en el marco de un acuerdo de paz. En sus declaraciones, cuestionó la lógica de considerar cesiones de territorio cuando, según él, el país ha cometido atrocidades en los territorios en disputa. Este punto de vista refleja la postura inflexible de Rusia, que busca mantener su influencia en la región y evitar cualquier tipo de acuerdo que implique una pérdida de territorio.


A pesar de los esfuerzos de Estados Unidos por crear condiciones para una negociación amplia que incluya a Kiev y a Europa, Lavrov ha expresado su escepticismo sobre la capacidad de los europeos para contribuir a un proceso de paz efectivo. Recordó que iniciativas pasadas, como los acuerdos de Minsk, no solo fracasaron, sino que sirvieron para rearmar al ejército ucraniano. Esta visión crítica hacia Europa se suma a la desconfianza que Rusia ha mantenido durante años hacia la participación del viejo continente en el conflicto.


El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha explicado que el objetivo inicial de las conversaciones en Riad es restablecer las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, que se han deteriorado en años recientes. En una llamada previa, Lavrov y Rubio acordaron trabajar en la resolución de problemas acumulados en las relaciones bilaterales, un paso crucial para reactivar el diálogo.


No obstante, la cuestión de la membresía de Ucrania en la OTAN sigue siendo un punto de discordia que podría dificultar el avance en las negociaciones. Las declaraciones de Zajarova sugieren que, sin un compromiso claro y formal por parte de la OTAN, las tensiones seguirán latentes. La insistencia de Rusia en este tema es un reflejo de su visión estratégica a largo plazo para la región y de su deseo de limitar la expansión de la influencia occidental en Europa del Este.


El ambiente en torno a estas negociaciones es tenso, con ambos lados mostrando posiciones firmes y poco dispuestos a ceder. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención el desarrollo de los diálogos en Riad, conscientes de que cualquier avance o retroceso en estas conversaciones tendrá repercusiones significativas en la geopolítica europea y mundial.


A medida que se desarrollan las discusiones, se hace evidente que la búsqueda de una solución duradera al conflicto en Ucrania no será sencilla. Las diferencias ideológicas y estratégicas entre Rusia y Occidente son profundas, y las similitudes en las prioridades de ambos lados parecen escasas. Con cada declaración, queda más claro que el camino hacia la paz será una tarea ardua que requerirá más que solo promesas y compromisos verbales.


Las próximas horas y días serán cruciales para evaluar si hay algún avance en las conversaciones, y si es posible establecer un marco que permita un diálogo más amplio que incluya a Ucrania y a los países europeos. La historia reciente sugiere que, sin voluntad de compromiso y una disposición real para abordar las preocupaciones de cada parte, el futuro de Ucrania y la estabilidad en Europa permanecerán en un estado de incertidumbre.

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