Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Franco Colapinto se ha convertido en una de las figuras emergentes más prometedoras de la Fórmula 1, y su presencia en el Autódromo José Carlos Pace de Interlagos, en San Pablo, Brasil, es un claro reflejo de su ascendente carrera. Con tan solo 21 años, el piloto de Williams ha dejado una marca significativa en su corta trayectoria, habiendo disputado ya seis carreras, incluida la Sprint de Austin. Su desempeño ha sido notable, sumando puntos en Azerbaiyán y Austin, lo que demuestra no solo su habilidad al volante, sino también su capacidad para desarrollar estrategias efectivas en la pista. Durante una reciente entrevista con Infobae, Colapinto se mostró sonriente y emocionado por el reconocimiento que ha recibido, incluida una camiseta de la selección argentina que se le regaló, con su número 43. La humildad del joven piloto es evidente; a pesar de los elogios que recibe de leyendas como Lewis Hamilton y Max Verstappen, él se mantiene centrado en su trabajo y en el proceso de aprendizaje que implica competir en estas élites del automovilismo. Al hablar de sus mejores momentos en la pista, Colapinto destacó su experiencia en Austin, donde se sintió en control y disfrutó cada instante. Su habilidad para gestionar los neumáticos y su disposición a experimentar con estrategias de carrera son aspectos que han sido clave en su evolución. “Es algo que elijo yo y al final es una experiencia”, comenta sobre su elección de iniciar la carrera con neumáticos duros, una estrategia que le permitió sumar puntos valiosos. Sin embargo, su futuro sigue siendo incierto. Actualmente, Colapinto no tiene asegurado un asiento para 2025, ya que Williams ha confirmado a Alex Albon y Carlos Sainz como sus pilotos titulares. A pesar de los rumores que sugieren un posible interés de Red Bull por su traspaso, él elude entrar en detalles y enfatiza la importancia de vivir el presente. “No tengo idea, son todos rumores sobre el futuro”, menciona, mostrando una madurez poco común para su edad. Colapinto se mantiene conectado con sus raíces, viajando en colectivo para dirigirse a los entrenamientos en la base de Williams, un gesto que habla de su humildad y autenticidad. “Estoy viviendo cada momento y con la situación que tenemos”, dice, reflejando una actitud positiva y realista sobre su carrera. Aunque aspira a seguir en la Fórmula 1, está dispuesto a hacer lo que sea necesario para seguir compitiendo en el automovilismo. El reconocimiento que ha recibido de sus ídolos, Hamilton y Verstappen, es un sueño que parece materializarse. Colapinto recuerda con nostalgia el momento en que se encontró con Hamilton, describiendo cómo en el pasado era solo un espectador que admiraba desde lejos. Ahora, competir en la misma cancha que estos gigantes es un logro que no toma a la ligera: “Es un sueño que Lewis y Max hablen así de mí”. El apoyo de los fanáticos argentinos ha sido abrumador. A pesar de ser un día sin actividad, más de un centenar de compatriotas se congregaron en los boxes para mostrar su respaldo. “Es un orgullo estar acá representando al país”, expresa, reconociendo la importancia de ser un referente para las nuevas generaciones de pilotos en Argentina. Colapinto entiende el impacto que su presencia tiene en el automovilismo nacional y latinoamericano. La pasión por el automovilismo no se limita a su país; es un fenómeno que une a toda la región. “En el automovilismo se vive una emoción”, destaca, recordando que su trayectoria es un paso significativo para todos los latinoamericanos. Su esfuerzo y dedicación están allanando el camino para futuros talentos que miran hacia la Fórmula 1 con esperanza y admiración. A medida que la entrevista llega a su fin, Colapinto se pone con orgullo la camiseta de la selección argentina, un símbolo de su identidad y su conexión con su tierra. Dirigiéndose al público que lo aclama, se siente el eco de la emoción y el apoyo, no solo de los argentinos, sino de todos los aficionados que ven en él una promesa de éxito. En este contexto, Franco Colapinto no es solo un piloto; es un nuevo ícono del automovilismo argentino, un emblema de esfuerzo y dedicación que, sin duda, seguirá capturando la atención del mundo del automovilismo en los próximos años.