
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




El vínculo entre una madre y su hijo es uno de los lazos más fuertes y profundos que existen en la vida. Desde el momento en que una mujer se convierte en madre, su amor y dedicación hacia sus hijos son inquebrantables. Sin embargo, en la realidad latinoamericana actual, este vínculo se ve desafiado de una manera cruel y dolorosa para muchas madres que se ven obligadas a emigrar en busca de un futuro más seguro y próspero para sus familias.
Según datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), millones de mujeres, adolescentes y niñas en las Américas se han visto forzadas a abandonar sus hogares debido a situaciones de violencia, pobreza extrema y falta de oportunidades. Estas mujeres, muchas de ellas madres solteras, se enfrentan a decisiones angustiantes al verse obligadas a dejar atrás a sus hijos en busca de un futuro mejor.
Ana Vergara, una madre venezolana, se vio en la dolorosa situación de tener que dejar a su hijo atrás cuando decidió emigrar a Colombia huyendo de la persecución política en su país. A pesar del sufrimiento que le causa la separación, Ana tuvo que embarcarse en un peligroso viaje hacia Estados Unidos en busca de seguridad y estabilidad. Su historia refleja el sacrificio y la valentía que muchas madres enfrentan al emprender travesías inciertas en busca de un futuro mejor.
Griselda Orozco, una madre guatemalteca que lleva 16 años separada de sus hijos, relata la dolorosa experiencia de haber tenido que dejar a sus hijos pequeños en busca de oportunidades para poder mantener a su familia. A pesar de los años transcurridos, la distancia y la falta de contacto físico han dejado una profunda huella en el corazón de Griselda, quien anhela con fervor poder reunirse con sus seres queridos.
Welsy Cruz, una madre cubana que ha enfrentado la represión y la persecución en su país, narra su travesía por varios países en busca de libertad y seguridad para su hijo. A pesar de haber logrado establecerse en Estados Unidos, Welsy enfrenta el dolor de la separación de sus otros hijos que aún permanecen en Cuba, un dolor que la acompaña día a día a pesar de las nuevas oportunidades que ha encontrado en su nuevo hogar.
Esteli, una madre salvadoreña que huyó de la violencia de las pandillas en su país, relata su desgarradora experiencia al tener que dejar a su hija atrás en busca de un refugio seguro para su familia. A pesar de haber logrado reunirse con su hija y establecerse en México, Esteli enfrenta el desafío de la distancia con su madre, quien sigue en El Salvador y a quien anhela poder traer consigo.
Estas historias, aunque individuales, reflejan una realidad compartida por millones de mujeres en la región que se ven obligadas a ser madres a distancia, a sacrificar la cercanía física con sus hijos en aras de un futuro mejor. El dolor, la añoranza y la lucha diaria por mantener viva la esperanza de reunirse nuevamente con sus seres queridos son parte de la carga emocional que estas mujeres llevan consigo en su travesía migratoria. Sus historias nos recuerdan la fuerza y el amor inquebrantable que las madres son capaces de sostener, incluso en las circunstancias más adversas.
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