
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




Mundo 21.03.2025
La guerra civil en Sudán, que estalló en abril de 2023, se ha convertido en una crisis humanitaria multifacética, atrayendo a una variedad de actores externos, particularmente de Oriente Medio. El conflicto en curso, principalmente entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido paramilitares, está sustentado por una compleja red de luchas políticas internas, así como por los intereses estratégicos de naciones extranjeras, notablemente Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
La situación en Sudán no es simplemente un subproducto de la intromisión extranjera; está profundamente arraigada en dinámicas internas complicadas por la participación de estas monarquías del Golfo. El científico político Federico Donelli enfatiza que, aunque el apoyo externo es significativo, comprender las causas locales de la guerra es crucial. Los lazos históricos entre Sudán y los estados de Oriente Medio, especialmente Arabia Saudita, han moldeado el panorama actual. Desde la independencia de Sudán en 1956, las relaciones han evolucionado, fortalecidas por la proximidad geográfica y los lazos religiosos compartidos. Por otro lado, los EAU han surgido como un actor en el ámbito económico de Sudán desde principios de la década de 2000, invirtiendo fuertemente en sectores como la logística portuaria, y se han posicionado estratégicamente en la región tras las revueltas árabes.
La influencia saudí y de los EAU en Sudán se intensificó bajo el gobierno del presidente Omar al-Bashir, particularmente entre 2014 y 2015, ya que ambas naciones buscaban contrarrestar las ambiciones regionales de Irán. La participación de Sudán en la intervención militar liderada por Arabia Saudita en Yemen solidificó aún más las relaciones militares y personales con estos estados del Golfo. Tras la destitución de al-Bashir en 2019, ambas monarquías buscaron aprovechar la transición política para mejorar su influencia, aunque con alianzas diferentes dentro del marco militar sudanés. Arabia Saudita, alineándose con el líder del ejército Abdel Fattah al-Burhan, contrasta con el apoyo de los EAU al jefe de las Fuerzas de Apoyo Rápido, Mohamed Dagalo, conocido como Hemedti.
A medida que las afiliaciones políticas han cambiado, también lo han hecho las dinámicas entre Arabia Saudita y los EAU. Lo que alguna vez pareció ser un frente unificado ha evolucionado hacia un escenario en el que los dos países han comenzado a divergir en cuestiones clave, particularmente en lo que respecta a su enfoque del islam político. Esta ruptura, aunque significativa, no catalizó la guerra civil; más bien, proporcionó a las facciones locales la confianza de que el respaldo externo estaba disponible, lo que las alentó a participar en el conflicto armado.
Las implicaciones de este conflicto se extienden más allá de las fronteras de Sudán, ya que las monarquías del Golfo ven al país como un punto estratégico situado entre el Sahel y el Mar Rojo, regiones caracterizadas por la inestabilidad y el conflicto. Las tierras fértiles y los recursos hídricos de Sudán lo han convertido en un destino atractivo para las inversiones de estas naciones, particularmente en el sector agroalimentario, con el objetivo de fortalecer su propia seguridad alimentaria.
A pesar de los intereses geopolíticos en juego, el camino hacia la resolución en Sudán parece desalentador. Ambas facciones en guerra mantienen una mentalidad de suma cero, percibiendo la victoria como contingentada a la completa derrota de la otra. Esta mentalidad, junto con el contexto global actual que brinda a ambas partes un amplio apoyo externo, complica las perspectivas de una resolución pacífica.
A medida que el conflicto continúa, es probable que Sudán sea testigo de una división arraigada del poder y la gobernanza, complicando aún más cualquier intento futuro de reconciliación. El desafío de la comunidad internacional radica en abordar no solo la crisis humanitaria inmediata, sino también las dinámicas geopolíticas subyacentes que han exacerbado el conflicto. Mientras el mundo observa, las apuestas en Sudán se extienden mucho más allá de sus fronteras, reflejando la interconexión de los conflictos contemporáneos en un paisaje global cada vez más complejo.
Mundo
Controversia En Glastonbury Por Mensajes Políticos Incendiarios De Artistas Musicales
Author 30.06.2025

Política
Conflicto Entre Rutas De Lima Y Alcaldía De Lima Podría Costar 2,700 Millones Al Perú
Author 30.06.2025

Deportes
Ilia Topuria Sueña Con Ser El Primer Triple Campeón De La UFC En La Historia
Author 30.06.2025
