Volcán Poás en Alta Alerta debido a que la Actividad Sísmica se Duplica, Riesgos de Erupción Aumentan Dramáticamente.

En un desarrollo preocupante tanto para los residentes locales como para los visitantes de Costa Rica, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico (OVSICORI) ha emitido una advertencia sobre el aumento de la actividad sísmica y volcánica en el Volcán Poás. El vulcanólogo Geoffroy Avard ha informado que las condiciones sísmicas actuales se asemejan notablemente a las observadas en el período previo a la erupción que ocurrió el 5 de enero de este año, pero con diferencias alarmantes: el número de eventos sísmicos que se están registrando ahora es el doble de lo que se anotó antes de esa erupción. En solo las últimas 24 horas, el volcán ha experimentado más de 200 terremotos de alta frecuencia. Avard declaró: "Antes de la erupción de enero, vimos un aumento similar, pero los números de hoy son el doble", subrayando la gravedad de la situación actual. Las observaciones indican que estos temblores han ido creciendo en intensidad, un indicador clave de un aumento en la inquietud volcánica. Para complicar aún más las cosas, las exhaustivas encuestas de OVSICORI han identificado un levantamiento moderado del terreno en el área que rodea el cráter y la cima, marcando el cambio más significativo desde que comenzó este ciclo de actividad en diciembre de 2024. Esta deformación del terreno es a menudo un precursor de las erupciones volcánicas, ya que sugiere que el magma se está acumulando bajo la superficie y ejerciendo presión sobre la roca circundante. Sumando a las preocupaciones, una estación MultiGAS ha detectado un alarmante aumento en la relación de dióxido de azufre a dióxido de carbono en los respiraderos de gas del volcán. El 18 de marzo, las emisiones de dióxido de azufre alcanzaron las 691 toneladas por día, un aumento notable respecto a principios de mes. Los datos satelitales corroboran estos hallazgos, revelando dos picos significativos en los niveles atmosféricos de dióxido de azufre: uno de 600 toneladas a principios de enero y otro pico de 844 toneladas registrado entre el 13 y 14 de marzo, superando el máximo de 714 toneladas de abril pasado. La situación se complica aún más por los cambios en el lago hiperecídico del volcán, que ha estado retrocediendo rápidamente. Si bien las recientes erupciones del 9 de marzo y la lluvia del 16 de marzo elevaron temporalmente el nivel del agua, este ha disminuido drásticamente desde entonces. Los expertos advierten que el volumen decreciente del lago y su alterada composición química significan que ya no puede atrapar eficazmente los gases magmáticos y el calor, lo que podría llevar a un aumento en el riesgo de actividad explosiva. Actualmente, el Volcán Poás se encuentra en nivel de cautela 3 de un máximo de 4, lo que llevó a Avard a emitir una advertencia tanto a los visitantes del parque como a los residentes cercanos. Subrayó la importancia de mantenerse alerta, afirmando: "Las erupciones podrían amenazar pronto a los visitantes del Parque Nacional Volcán Poás y a las comunidades cercanas", instando a las autoridades locales y a los ciudadanos a permanecer en alerta máxima. A medida que la situación se desarrolla, OVSICORI continúa monitoreando de cerca la actividad en Poás, proporcionando actualizaciones y orientaciones para garantizar la seguridad de quienes se encuentren en la vecindad. Los próximos días serán críticos para determinar si el volcán continuará aumentando su actividad o si la actual inquietud se estabilizará. Dado que el turismo es una parte vital de la economía de Costa Rica, el potencial de una erupción plantea preocupaciones significativas no solo por la seguridad pública, sino también por la economía local que depende de la afluencia de visitantes a esta maravilla natural.