
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




En una era donde las métricas dominan la percepción de las instituciones y las figuras públicas, el papel de la monarquía ha sido objeto de un análisis renovado. Las encuestas han comenzado a convertirse en un barómetro de la popularidad de los monarcas, revelando no solo la percepción de la reina actual, Carlos III, sino también cómo los monarcas del pasado aún resuenan en la memoria colectiva. A través de un estudio realizado por YouGov, se ha podido establecer un ranking de los reyes y reinas más valorados de la historia de Inglaterra, un ejercicio que destaca la huella indeleble que algunas figuras femeninas han dejado a lo largo de los siglos. Isabel II, quien reinó durante más de siete décadas, encabeza la lista con un impresionante 84% de aprobación. Su figura ha sido sinónimo de estabilidad y continuidad en un mundo cambiante, donde su compromiso y dedicación han sido constantemente valorados por el público. Su legado, sin embargo, no se limita a su longevidad, sino también a la forma en que supo adaptarse a los tiempos modernos, manteniendo una conexión con el pueblo británico. En un giro inesperado, la segunda posición en el ranking es ocupada por la reina Victoria, quien falleció hace más de un siglo. Su reinado de 63 años dejó una marca indeleble en la historia británica, asociándose con la era de la revolución industrial. Esta conexión con el progreso y el patriotismo ha mantenido su popularidad viva, lo que invita a la reflexión sobre el impacto de los líderes femeninos a lo largo de la historia, incluso mucho después de su muerte. El tercer lugar es para Jorge VI, padre de Isabel II, quien se destacó en tiempos de crisis, mientras que el cuarto puesto es para Isabel I, una figura emblemática que supo manejar las tensiones religiosas de su época. La era isabelina se caracteriza por un florecimiento de las artes y la cultura, lo que subraya la importancia de una figura femenina en un periodo que, de otro modo, podría haber estado dominado por narrativas masculinas. A pesar de que las mujeres en la monarquía han sido menos numerosas en comparación con sus homólogos masculinos, su impacto es innegable. Mientras que reinas como Ana y María Estuardo han ocupado lugares destacados en la historia, otras, como María I, han tenido que lidiar con legados más complicados, siendo recordadas por sus actos de violencia y persecución. Este contraste pone de relieve cómo la percepción de las figuras históricas puede variar ampliamente, a menudo dependiendo del contexto y del legado que dejan atrás. La realidad de las monarquías parlamentarias, donde el voto popular también juega un rol, refleja un claro cambio en la dinámica del poder y la influencia de los gobernantes. A medida que las sociedades avanzan hacia modelos más democráticos, las figuras monárquicas deben enfrentarse a nuevos desafíos en la búsqueda de legitimidad. Sin embargo, el hecho de que las encuestas continúen siendo un reflejo de la opinión pública indica que, aunque el poder formal de la monarquía pueda haber disminuido, su relevancia cultural y simbólica persiste. Las mujeres que han ocupado el trono no solo han dejado un legado político, sino que también han representado un reto a los estereotipos de género en un mundo predominantemente masculino. Su capacidad para liderar y marcar una época habla de la complejidad de la historia y la necesidad de reconocer el papel que han jugado en la conformación de la identidad nacional. Es evidente que el análisis de la popularidad de los monarcas a través de encuestas no se limita a un mero ejercicio estadístico. Se trata de un reflejo de las narrativas colectivas que, a lo largo del tiempo, han ido creando una imagen de lo que significa reinar en un mundo cambiante. Las reinas que han logrado destacar en esta lista no solo han sido figuras de poder, sino también símbolos de resiliencia y transformación. En un mes que nos invita a reflexionar sobre el papel de la mujer en la historia, es importante reconocer que, a pesar de los retos que han enfrentado, estas líderes han marcado un camino significativo. Las lecciones de sus reinados no solo son relevantes en el contexto histórico, sino que también ofrecen un punto de partida para abordar las cuestiones de género en la actualidad. El legado de estas reinas nos recuerda que, aunque la historia puede estar llena de obstáculos, la determinación y la capacidad de liderazgo pueden abrir caminos hacia un futuro más equitativo.