Salvador Macip lidera investigación sobre alzhéimer en la Fundación Pasqual Maragall

Salvador Macip lidera investigación sobre alzhéimer en la Fundación Pasqual Maragall

Salvador Macip liderará un grupo de investigación sobre alzhéimer en la Fundación Pasqual Maragall, buscando tratamientos y biomarcadores efectivos.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud HACE 16 HORAS

Salvador Macip, un destacado investigador con 25 años de experiencia en el estudio de las bases moleculares del cáncer y el envejecimiento, se prepara para asumir un nuevo desafío al dirigir un grupo de investigación sobre el alzhéimer en la Fundación Pasqual Maragall. Con un enfoque realista, Macip se distancia de las visiones optimistas sobre la eterna juventud que suelen prevalecer en algunos círculos. Su misión en el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC) se centra en la biología de la neurodegeneración y en desarrollar tratamientos que puedan mejorar la calidad de vida de los pacientes. En su papel en la Fundación, Macip ha delineado tres líneas de investigación clave que pretenden abordar la complejidad del alzhéimer. La primera de estas líneas implica la búsqueda de biomarcadores en sangre o líquido cefalorraquídeo que permitan identificar a los pacientes que se beneficiarán más de los tratamientos, dado que el alzhéimer no tiene un enfoque de tratamiento universal. Este avance en la medicina personalizada podría revolucionar la manera en que se aborda esta enfermedad devastadora. Además de la identificación de biomarcadores, la segunda línea de trabajo incluye el desarrollo de nuevos fármacos. Macip sugiere que dado que el alzhéimer está relacionado con un envejecimiento acelerado del cerebro, es crucial estudiar cómo los tratamientos antienvejecimiento pueden afectar el desarrollo de esta enfermedad. Con un enfoque multidisciplinario, la investigación también considerará cambios en el estilo de vida que puedan frenar el proceso, aprendiendo de las estrategias utilizadas en la lucha contra el cáncer. Macip confía en que los avances más significativos en el corto plazo vendrán de los senolíticos, fármacos diseñados para eliminar células senescentes que contribuyen al deterioro cognitivo. A pesar de que Europa ha dado un paso importante con la aprobación de Lecanemab, un fármaco que parece ralentizar el deterioro cognitivo, Macip advierte sobre la necesidad de cautela. Si bien este medicamento ha mostrado resultados prometedores, aún está lejos de ofrecer una solución definitiva y universal para el alzhéimer. A medida que la investigación avanza, Macip expresa optimismo sobre los cambios que se pueden esperar. Sin embargo, también aclara que la llegada de un fármaco revolucionario que cambie drásticamente el curso del alzhéimer aún está en un futuro incierto. Los progresos en la identificación de mejores marcadores y en intervenciones más tempranas son pasos importantes, pero el verdadero impacto transformador podría tardar más en llegar. En su análisis sobre el envejecimiento, Macip señala que aunque estamos en la senda de desarrollar fármacos que mejoren patologías asociadas al envejecimiento, aún estamos lejos de alcanzar una cura que permita vivir indefinidamente. La posibilidad de la inmortalidad, aunque teóricamente posible, parece más cercana a la ciencia ficción que a la realidad. Macip enfatiza que el objetivo más alcanzable es alargar la calidad de vida, centrándose en mantener una buena salud en los últimos años de vida. El papel de la inflamación crónica también ocupa un lugar central en la conversación sobre el envejecimiento y las enfermedades neurodegenerativas. Según Macip, esta inflamación, aunque puede ser una respuesta natural del cuerpo, se ha relacionado con el envejecimiento y el deterioro de tejidos. Sin embargo, manipular la inflamación no es sencillo y requiere un enfoque cuidadoso para evitar efectos adversos. Macip también aborda la relación entre el estrés y el envejecimiento. Aunque el estrés puede influir en la salud general y, por ende, en el proceso de envejecimiento, no hay una conexión directa y lineal. La experiencia de supercentenarios sugiere que llevar una vida menos estresante puede contribuir a una longevidad más saludable. Por último, el investigador subraya la importancia de una dieta saludable y el ejercicio físico en la lucha contra el envejecimiento. Aunque no se trata de una solución mágica, un estilo de vida equilibrado puede reducir el riesgo de enfermedades y mitigar los efectos del envejecimiento celular. Macip destaca la necesidad de concienciar al público sobre la influencia positiva de una alimentación adecuada y de hábitos saludables en la calidad de vida. En resumen, el trabajo de Salvador Macip en la Fundación Pasqual Maragall representa un avance significativo en la investigación del alzhéimer y el envejecimiento. Con una combinación de investigación biomédica y estrategias de estilo de vida, su enfoque podría ofrecer esperanza para los pacientes y sus familias, aunque el camino hacia una solución definitiva aún esté en construcción.

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