
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




A medida que el monte Spurr en Alaska exhibe signos preocupantes de actividad volcánica, los científicos están en alerta máxima, advirtiendo que una erupción podría ser inminente. Ubicado a apenas 80 millas al noroeste de Anchorage, el monte Spurr ha sido objeto de un monitoreo intensivo por parte del Observatorio de Volcanes de Alaska (AVO), que ha informado un aumento significativo en las emisiones de gases volcánicos junto con la reactivación de respiraderos de gas durante recientes sobrevuelos aéreos. El AVO ha clasificado la probabilidad de una erupción como "probable" en las próximas semanas o meses, una situación que no se había visto desde la última actividad significativa del volcán en 1992. Esta posible erupción se produce más de tres décadas después del último evento volcánico importante en el monte Spurr, que resultó en nubes de ceniza sustanciales que interrumpieron la vida diaria y los viajes aéreos en toda la región. Históricamente, el monte Spurr ha erupcionado en 1953 y nuevamente en 1992, produciendo en ambas ocasiones nubes de ceniza explosivas que ascendieron a altitudes superiores a 65,000 pies. La ceniza de estas erupciones viajó cientos de millas, y la erupción de 1992 llevó a los residentes de Anchorage a tomar precauciones como permanecer en interiores o usar mascarillas para protegerse de la inhalación de ceniza volcánica dañina. "Cuando vives en una región volcánica, te vuelves muy consciente de los riesgos", dijo John Power, un geofísico del Servicio Geológico de EE. UU. en el AVO. "Los eventos de 1992 destacaron cuán rápidamente pueden cambiar las circunstancias y cómo incluso erupciones menores pueden tener un impacto generalizado". Los esfuerzos de monitoreo revelan que el magma se está acumulando debajo del monte Spurr, con sobrevuelos recientes detectando emisiones de dióxido de azufre que han aumentado de menos de 50 toneladas métricas por día en diciembre de 2024 a aproximadamente 450 toneladas métricas por día. El aumento en las emisiones de gas es un claro indicador de una intrusión de magma, sugiriendo que podría haberse abierto un camino hacia el respiradero del Crater Peak, lo que genera preocupaciones sobre una inminente erupción. La actividad sísmica debajo del volcán también está en aumento, con más de 3,400 terremotos registrados desde abril de 2024, lo que indica que el magma se está moviendo más cerca de la superficie de la Tierra. La deformación del terreno medida por estaciones GPS muestra un notable desplazamiento hacia afuera de aproximadamente 2.6 pulgadas, lo que respalda aún más la teoría de acumulación de magma. El AVO ha delineado varios escenarios potenciales en caso de que ocurra una erupción. El resultado más plausible se asemeja a eventos explosivos anteriores, que podrían dar lugar a nubes de ceniza extensas, caída de ceniza menor en comunidades circundantes y posibles flujos piroclásticos y flujos de lodo en los valles fluviales cercanos. Otros escenarios incluyen una erupción más pequeña o una situación en la que el magma no logre alcanzar la superficie, aunque la probabilidad de un evento explosivo mayor sigue siendo baja. Mientras el AVO continúa analizando la situación en evolución, enfatizan que predecir el momento exacto de una erupción es inherentemente difícil. Señales adicionales, como un aumento de la actividad sísmica o temblores continuos, podrían proporcionar pistas, pero el riesgo de una erupción que ocurra con una advertencia mínima sigue siendo una preocupación para los residentes locales y los viajeros. Los funcionarios de gestión de emergencias de Alaska están instando al público a mantenerse informado y preparado. Con la posible erupción del monte Spurr planteando riesgos para la salud debido a los gases volcánicos y para la seguridad de la aviación, la vigilancia es primordial para quienes se encuentran en las cercanías. A medida que se emiten alertas, los excursionistas y pilotos cerca del volcán deben ejercer precaución, particularmente en áreas bajas donde niveles elevados de dióxido de carbono y dióxido de azufre podrían presentar riesgos para la salud. En un estado conocido por su actividad geológica, el desasosiego en el monte Spurr es un recordatorio de la naturaleza impredecible de los volcanes. Cada erupción trae desafíos distintos, que van desde interrupciones en los viajes aéreos hasta preocupaciones de salud. A medida que los científicos continúan su vigilancia sobre la región, el llamado a la preparación y la conciencia resuena fuerte y claro para los habitantes de Alaska, que permanecen siempre atentos a las fuerzas de la naturaleza que moldean su paisaje.