
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




A medida que se acerca el verano, muchos estadounidenses se dirigen a playas y piscinas, a menudo con un cóctel en la mano. Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad Atlántica de Florida pone de relieve una inquietante conexión entre el consumo de alcohol y un aumento en el riesgo de quemaduras solares, lo que puede elevar significativamente la probabilidad de desarrollar cáncer de piel. La investigación, publicada en el American Journal of Lifestyle Medicine, destaca que más del 20% de las personas que reportaron quemaduras solares estaban consumiendo alcohol en ese momento. Esta estadística es alarmante, especialmente dado que el cáncer de piel sigue siendo el cáncer más común en EE. UU., afectando a millones anualmente y costando al sistema de salud cerca de 9 mil millones de dólares cada año. Mientras que el melanoma, la forma más mortal de cáncer de piel, recibe una atención significativa, los carcinomas basocelular y espinocelular, que son más prevalentes, también son motivo de preocupación. A pesar de la prevalencia del cáncer de piel, muchos estadounidenses parecen restar importancia a su riesgo. El estudio encontró que solo alrededor del 10% de los participantes expresaron estar "extremadamente preocupados" por desarrollar cáncer de piel, mientras que la mayoría mostró solo una ligera o moderada preocupación. Esta falta de urgencia es preocupante, especialmente considerando que incluso un puñado de quemaduras solares severas durante la adolescencia puede aumentar el riesgo de melanoma hasta en un 80%. El estudio encuestó a más de 6,000 adultos y descubrió algunas tendencias sorprendentes. Por ejemplo, las personas que ganan más de 200,000 dólares al año reportaron quemaduras solares a cuatro veces la tasa de aquellos en tramos de ingresos más bajos. Esto contradice las suposiciones comunes de que las personas más ricas tendrían mejor acceso a la protección solar y a la información. Además, los individuos con educación universitaria también eran más propensos a reportar quemaduras solares, lo que plantea preguntas sobre la efectividad de la educación en la promoción de la seguridad solar. Curiosamente, aunque las tasas de quemaduras solares eran más bajas entre los estadounidenses hispanos y negros, la percepción de los beneficios de la exposición a los rayos UV entre los hispanos podría llevar a un mayor riesgo. En cuanto al grupo de mayores ingresos, sus experiencias de quemaduras solares pueden derivar de actividades recreativas al aire libre frecuentes, que incluyen vacaciones y deportes más accesibles para aquellos con horarios flexibles. El estudio subraya los peligros de consumir alcohol en entornos soleados, ya que puede llevar al olvido sobre la aplicación de protector solar y a una percepción alterada del tiempo pasado al sol. Con muchas personas realizando múltiples actividades durante su tiempo al aire libre—trabajando, nadando y haciendo ejercicio—es fácil ver cómo pueden ocurrir las quemaduras solares. A la luz de estos hallazgos, podría ser prudente que los funcionarios de seguridad pública reconsideren su mensaje sobre la seguridad solar. Campañas dirigidas en bares de playa, fiestas en la piscina y eventos al aire libre podrían ayudar a crear conciencia sobre los peligros de la exposición al sol, especialmente entre las demografías que están en mayor riesgo de quemaduras solares. A medida que continúa la conversación sobre la prevención del cáncer de piel, expertos como la autora del estudio Madison Etzel enfatizan la necesidad de más investigaciones sobre cómo diversos factores sociales influyen en las tasas de quemaduras solares y en los comportamientos de prevención. Una comprensión más profunda de estos determinantes es esencial para abordar de manera efectiva el problema generalizado del cáncer de piel. En última instancia, mientras te prepares para un día soleado, recuerda que la protección solar debe ser una prioridad, particularmente si el alcohol está involucrado en tus planes. Mantenerse alerta sobre la reaplicación del protector solar y moderar el consumo de bebidas podría ser pasos vitales para proteger la salud de tu piel. Después de todo, aunque disfrutar de una bebida al sol es una actividad popular, descuidar la seguridad solar podría tener serias consecuencias.