
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




El Gobierno español ha dado un paso decisivo en la carrera global por los recursos mineros, al presentar el Plan de Acción 2025-2029, un ambicioso programa destinado a garantizar la autonomía estratégica de España en un contexto internacional caracterizado por la creciente competencia por tierras raras y minerales esenciales. Esta iniciativa marca el primer intento formal en casi medio siglo de estructurar la minería en el país, con la mira puesta en asegurar el acceso a materiales que son considerados el nuevo oro del siglo XXI. Las tierras raras, que incluyen metales como el litio, el cobre y el tántalo, son fundamentales para la producción de tecnología moderna, desde baterías para vehículos eléctricos hasta componentes para energías renovables y microchips. El valor estratégico de estos minerales ha llevado al Gobierno a destinar más de 400 millones de euros en ayudas públicas para fomentar la exploración y extracción de estos recursos, en un momento en que la demanda mundial sigue en aumento. En la actualidad, España cuenta con aproximadamente 2.600 explotaciones mineras, que generan alrededor de 30.000 empleos directos y un valor de producción estimado en 3.500 millones de euros anuales. Sin embargo, el potencial aún sin explotar es considerable, con un valor de minerales esenciales que podría superar los 850 millones de euros al año. Este nuevo enfoque busca no solo capitalizar esta riqueza, sino también situar a España en una posición de liderazgo dentro de la Unión Europea, especialmente en respuesta a las estrategias de países como Estados Unidos, donde el presidente Trump ha impulsado la obtención de recursos en regiones ricas en minerales. El secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, subrayó la relevancia del plan en el contexto actual, donde la geopolítica y la transición energética están intrínsecamente ligadas a la disponibilidad de materias primas. Este programa no solo contempla la explotación de nuevos recursos, sino también la recuperación ambiental de terrenos afectados por la minería, un aspecto crucial en un momento en que la sostenibilidad es un valor fundamental. El Programa Nacional de Exploración Minera 2025-2029 se desarrollará en colaboración con diversas entidades, incluyendo el Instituto Geológico y Minero de España y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Este enfoque multidisciplinar busca abordar la exploración desde una perspectiva integral, marcando un hito en la historia de la minería en España, donde la última gran prospección se realizó entre 1969 y 1970. Una parte fundamental de este nuevo plan es la redacción de una ley de minas que sustituya a la actual, que data de 1973. Esta legislación buscará proteger los recursos estratégicos y asegurar su explotación de manera que beneficie tanto a la economía nacional como al medio ambiente. Sin embargo, el plan no contempla la explotación de uranio, un recurso que el Gobierno ha decidido prohibir en línea con su política de cambio climático. El compromiso del Gobierno por la recuperación medioambiental es claro, ya que un porcentaje significativo de las ayudas se destinará a rehabilitar suelos y áreas dañadas por actividades mineras previas. Esto refleja un esfuerzo por alinear las actividades mineras con la conservación de la biodiversidad y los objetivos climáticos del país. La creación de este plan también responde a la necesidad de revitalizar un sector que había estado en un limbo legal durante décadas, lo que había obstaculizado el desarrollo de una minería moderna y sostenible. Al establecer un marco claro y actualizado, el Gobierno busca incentivar la inversión y generar un entorno propicio para la innovación en el ámbito minero. La carrera por las tierras raras y otros minerales está en marcha, y España se posiciona para jugar un papel crucial en esta nueva dinámica global. Con el lanzamiento de este plan, se abre un horizonte lleno de oportunidades económicas y laborales, y se establece un primer paso hacia un modelo de minería que no solo busque el beneficio económico, sino que también considere la responsabilidad ambiental y la sostenibilidad como pilares fundamentales.