Los sueños monárquicos de Gyanendra Shah generan controversia en medio de la agitación política de Nepal.

Los sueños monárquicos de Gyanendra Shah generan controversia en medio de la agitación política de Nepal.

El exrey Gyanendra de Nepal busca aprovechar la inestabilidad política para un regreso, alineándose con grupos monárquicos en medio de controversias y crisis financieras.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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Mundo 10.03.2025
En un giro sorprendente de los acontecimientos, se informa que el exrey Gyanendra Shah de Nepal está intentando explotar la actual inestabilidad política para un posible regreso al poder. Mientras la nación enfrenta una significativa insatisfacción pública y desafíos económicos, las maniobras de Gyanendra ocurren en medio de un creciente escrutinio y posibles repercusiones legales relacionadas con su controvertido pasado. Fuentes indican que Gyanendra se está alineando con grupos realistas, notablemente el Partido Rastriya Prajatantra (RPP), liderado por Kamal Thapa, y la Campaña Ciudadana, dirigida por Durga Prasad. Estas organizaciones han sido vocales en sus demandas por reinstaurar la monarquía, con notables manifestaciones, incluyendo una gran concentración en Katmandú en noviembre de 2023, donde el sentimiento pro-monárquico era palpable. Las manifestaciones han reavivado discusiones sobre el papel de la monarquía en la política contemporánea nepalí, con algunos ciudadanos abogando por un regreso al antiguo sistema como una fuerza estabilizadora en medio de la actual turbulencia. Sin embargo, el regreso de Gyanendra al centro de atención no está exento de controversia. Su nombre ha resurgido en conexión con el caso de la masacre de la familia real, lo que suscita preocupaciones sobre sus motivaciones y las implicaciones de un regreso real. Además, se informa que Gyanendra está colaborando con individuos como Durga Prasad, quien se encuentra en dificultades financieras y ha incumplido una asombrosa deuda de 12 mil millones de rupias nepalesas con el Banco Central de Nepal. La supuesta desesperación de Prasad lo ha llevado a medidas extremas, incluyendo planes para asesinar al Gobernador del Banco Central, Maha Prasad Adhikari, en un intento por evadir la responsabilidad. La alianza entre Gyanendra, Prasad y otros morosos representa una preocupante convergencia de intereses, donde las crisis financieras personales se cruzan con ambiciones políticas. Los observadores han notado que esta coalición busca no solo generar apoyo público para la monarquía, sino también protegerse de las inminentes consecuencias legales. Esto sugiere un esfuerzo calculado para aprovechar la actual inestabilidad política a su favor, lo que podría poner en peligro el frágil marco democrático que se ha establecido en Nepal desde la abolición de la monarquía en 2008. Además, fuentes de inteligencia han revelado vínculos entre algunas de estas figuras y facciones maoístas, lo que genera aún más alarma sobre las implicaciones para la gobernanza y la estabilidad en Nepal. El panorama político parece estar cambiando a medida que Gyanendra y sus asociados navegan por estas aguas traicioneras, y la posibilidad de una monarquía restaurada podría exacerbar las divisiones existentes en el país. A medida que el gobierno nepalí se mantiene firme en su búsqueda de recuperar sustanciales préstamos impagos, las apuestas son altas. Con las aspiraciones de Gyanendra al poder chocando con los intereses de individuos financieramente agobiados que buscan refugio en el sentimiento realista, la situación en desarrollo podría llevar a un significativo tumulto político. Las próximas semanas serán críticas para determinar si el exmonarca puede realmente reclamar un trono que muchos creían permanentemente relinquido, o si sus ambiciones serán frustradas por las realidades de la gobernanza moderna y el sentir público.
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