El exrey Gyanendra es recibido por miles, generando sentimiento royalista en Nepal.

El exrey Gyanendra es recibido por miles, generando sentimiento royalista en Nepal.

Miles dieron la bienvenida al ex rey Gyanendra en Katmandú, expresando sentimientos monárquicos en medio de un creciente descontento con el gobierno republicano de Nepal.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Mundo 10.03.2025
En un notable resurgimiento del sentimiento monárquico, miles de partidarios se reunieron en Katmandú para dar la bienvenida al ex rey Gyanendra Shah, marcando un momento significativo en el discurso político en curso de Nepal. Al regresar de una visita al oeste de Nepal, el ex monarca de 77 años fue recibido por unas 10,000 entusiastas personas cerca del Aeropuerto Internacional Tribhuvan. La atmósfera estaba cargada de gritos de "Desocupe el palacio real para el rey" y llamados para que Gyanendra reclamara su trono, destacando un creciente descontento con el actual panorama político. Esta reunión es emblemática de una insatisfacción más amplia con el gobierno republicano de Nepal, que ha visto 13 administraciones diferentes desde que se abolió la monarquía en 2008. Muchos de los participantes en la manifestación expresaron sus quejas sobre la inestabilidad política y los problemas económicos que creen han plagado a la nación desde la transición a una república secular. Los manifestantes, sin dejarse intimidar por la fuerte presencia policial que restringió su acceso al aeropuerto, expresaron un ferviente deseo de que Gyanendra regresara con la esperanza de restaurar el orden y la prosperidad. La propia historia de Gyanendra añade una capa compleja a esta narrativa en desarrollo. Ascendió al trono en 2001 tras una tragedia familiar, y inicialmente gobernó como un monarca constitucional. Su intento de asumir el poder absoluto en 2005, bajo el pretexto de combatir a los insurgentes maoístas, llevó a protestas generalizadas y, en última instancia, a su abdicación en favor de un gobierno multipartidista. El tratado de paz resultante con los maoístas puso fin a una guerra civil de una década, pero muchos observadores ahora argumentan que el marco republicano posterior no ha cumplido con sus promesas. Entre la multitud se encontraba Thir Bahadur Bhandari, de 72 años, quien articuló los sentimientos de muchos al afirmar: "Estamos aquí para brindar nuestro apoyo total al rey". Sus palabras reflejan un anhelo de un cambio en el sistema político, ya que las frustraciones por la corrupción rampante y la gobernanza ineficaz han llevado a algunos antiguos partidarios de la república a reconsiderar su postura sobre la monarquía. Kulraj Shrestha, un carpintero que participó en las protestas que desmantelaron la monarquía, expresó un profundo cambio de opinión, atribuyendo el continuo declive de la nación a las deficiencias del liderazgo político actual. Sin embargo, los analistas políticos siguen siendo escépticos sobre la viabilidad de restaurar la monarquía. Lok Raj Baral señaló que, aunque el auge del sentimiento monárquico refleja una retirada para algunos ciudadanos frustrados, la monarquía en sí ha sido históricamente una fuente de inestabilidad. El ex rey aún no ha comentado públicamente sobre los llamados a su reinstalación, y aunque cuenta con un apoyo sustancial de sectores de la sociedad, el camino de regreso al poder parece estar lleno de desafíos. A medida que Nepal continúa navegando por su compleja realidad política, el resurgimiento del sentimiento pro-monárquico plantea preguntas críticas sobre el futuro de la gobernanza en el país. Con crecientes llamados a la cambio y un anhelo de estabilidad, el discurso en torno al posible regreso de Gyanendra sirve como un recordatorio del intrincado equilibrio entre la historia y las aspiraciones políticas contemporáneas dentro de Nepal.
Ver todo Lo último en El mundo