
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




La noche del 7 de marzo, el escenario del Torneo No Oficial de Boxeo - Talla Baja en Lima, Perú, se convirtió en el epicentro de un acontecimiento que, más allá de una simple pelea, representó un hito significativo para toda una comunidad. Jorgito Guayaco, un conocido personaje mediático ecuatoriano, se enfrentó a Manolo Rojas en un combate que atrajo la atención no solo por el enfrentamiento en el ring, sino también por la filosofía que subyace a la participación de estos boxeadores de talla baja. Desde el comienzo de la velada, la atmósfera estuvo llena de energía y expectativa. Jorgito Guayaco, conocido por su carisma y estilo desenfadado, se presentó ante el público con la confianza típica de un competidor decidido. Sin embargo, a medida que avanzaba la pelea, la tensión aumentó. A pesar de haber empezado con ventaja en puntuación, Guayaco decidió retirarse antes de que culminara el combate, tras una caída que ocurrió en la segunda vuelta, lo que llevó al juez a decretar la victoria de Rojas. El resultado de la pelea no fue lo único que causó revuelo; las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. Algunos usuarios insinuaron que Guayaco había mostrado signos de enojo y frustración por la derrota. Sin embargo, el propio Jorgito se tomó un tiempo para dirigirse al público y aclarar su postura. "Ganamos todos los de talla baja. Los talla baja tenemos talento. Chúpalo", dijo con su característico humor, reafirmando así su orgullo y el de su comunidad. A pesar de la derrota, Guayaco se mostró optimista y motivado. En su discurso, enfatizó la importancia de visibilizar el talento de las personas de talla baja, un mensaje que resonó entre los asistentes y en quienes siguieron el evento a través de las redes sociales. Su declaración no solo busca celebrar la capacidad de estos deportistas, sino también desafiar los estigmas asociados a la estatura y demostrar que el talento puede florecer en cualquier cuerpo. Un aspecto técnico que se mencionó como un factor en el desempeño de Guayaco fueron los guantes utilizados durante la pelea. Según información de medios locales, el peso de los guantes resultó ser un obstáculo que afectó su rendimiento. Este detalle ha abierto un debate sobre la necesidad de considerar equipamiento especializado en futuros eventos, algo que podría mejorar las condiciones de competencia para los boxeadores de talla baja. La decisión de Jorgito de retirarse antes de que finalizaran los asaltos generó diversas opiniones. Algunos espectadores pensaron que podría haber continuado, pero en el ambiente de boxeo, la seguridad del boxeador siempre debe ser la prioridad. A pesar de la controversia, Guayaco se acercó a Rojas al final de la pelea, siendo recibido por el público con aplausos, un gesto que demuestra respeto mutuo y camaradería entre los deportistas. El evento en sí ha sido un punto de inflexión en el ámbito del boxeo para personas de talla baja. La participación de Guayaco y Rojas ha logrado atraer la atención hacia un deporte que a menudo pasa desapercibido, resaltando la importancia de crear espacios donde todos puedan demostrar su talento, independientemente de su estatura. Este tipo de eventos no solo fomenta la inclusión, sino que también ofrece una plataforma para que estos atletas muestren su dedicación y habilidades. La comunidad de talla baja ha encontrado en este torneo una oportunidad para unirse y celebrar su diversidad, mostrando que, a pesar de las adversidades, el talento y la pasión por el deporte pueden prevalecer. Las palabras de Jorgito, "Los talla baja tenemos talento", no son solo un lema, sino un llamado a la acción para que más personas se involucren y apoyen a estos deportistas. El eco de esta pelea, por tanto, va más allá de una simple victoria o derrota. Se trata de un movimiento hacia la inclusión, donde cada golpe y cada caída representan no solo el esfuerzo individual, sino el espíritu colectivo de un grupo que busca reconocimiento, respeto y, sobre todo, la posibilidad de soñar en grande. En definitiva, Jorgito Guayaco ha dejado claro que, sin importar el resultado, todos han ganado en la lucha por la visibilidad y el respeto en el deporte.