Lalla Khadija cumple 18 años y se prepara para un nuevo rol en la monarquía marroquí

El último día de febrero de 2025 marcó un hito significativo en la historia de la monarquía marroquí al celebrarse el 18 cumpleaños de Lalla Khadija, la princesa hija del rey Mohamed VI. Esta fecha no solo simboliza la llegada a la mayoría de edad de la joven princesa, sino que también se proyecta como el inicio de una nueva etapa en la que Lalla Khadija está llamada a desempeñar un papel protagónico y aperturista en la realeza del país norteafricano. A lo largo de su vida, ha sido preparada para asumir esta importante responsabilidad, destacándose como un símbolo de modernidad y cambio en una institución tradicional. Lalla Khadija, nacida en 2007, es la segunda hija del rey Mohamed VI y de su exesposa, Lalla Salma. A pesar de que la ley de sucesión marroquí otorga a su hermano mayor, el príncipe Moulay Hassan, un rol predominante en la línea de sucesión, la princesa ha sido objeto de atención y expectativas desde su nacimiento. El propio rey mostró su aprecio por su hija al conmemorar su cumpleaños con un perdón masivo que condonó a miles de prisioneros, un gesto que subraya la importancia que la familia real le otorga a su papel en la sociedad. Uno de los momentos más relevantes de la celebración fue la presentación pública de Lalla Khadija, un acto inusual para las mujeres de la familia real, que refleja un deseo del rey de acercar la monarquía a la ciudadanía y de comunicar valores familiares. Este acto también se puede ver como un legado de su madre, Lalla Salma, quien ha trabajado para promover el papel de las mujeres en la realeza marroquí, convirtiéndose en la primera consorte en ser presentada en público y en recibir un título real. A lo largo de su vida, Lalla Khadija ha tenido a su madre como modelo a seguir, aprendiendo de su elegancia y destreza en la vida pública. A pesar de la separación de sus padres en 2018, la joven ha mantenido un lazo cercano con su madre, quien ha sido una fuente de apoyo y guía en su desarrollo personal. Las vacaciones familiares en Grecia son un ejemplo de cómo, a pesar de las circunstancias, la familia sigue unida. El rey Mohamed VI también ha marcado una diferencia en la vida de Lalla Khadija al optar por criarla en un ambiente más tranquilo y alejado del foco mediático. Esta decisión ha permitido a la joven crecer en un entorno más natural, donde podría desarrollar su educación sin las distracciones típicas de la vida palaciega. Desde sus primeros días de clase en el Colegio Real de Rabat, donde fue acompañada por sus padres en un gesto sin precedentes, Lalla Khadija ha sido preparada para cumplir con su rol en la realeza. A lo largo de su infancia, ha participado en numerosos eventos que han cimentado su imagen pública. A los seis años, inauguró la Casa de la Vida para Niños en Casablanca; a los diez, tuvo la oportunidad de conocer a los Macron, y en años recientes ha acompañado a su padre en presentaciones de programas de reforma en educación y ha sido portada de revistas que destacan su compromiso social y personal. La joven princesa no solo destaca por su educación y formación, sino también por su compromiso con causas sociales. Ha expresado interés por la educación, los derechos de la infancia y la lucha contra el cambio climático. Su vinculación con estos temas se ha visto reflejada en sus actividades y en el enfoque de su labor, que ahora que es adulta, se espera que se intensifique. Uno de sus primeros actos oficiales en solitario fue la inauguración del zoológico nacional en 2019, donde demostró su amor por la naturaleza y los animales, valores que comparte con su padre. Sin embargo, tras este evento, su presencia en el ojo público se redujo debido a la pandemia y a su enfoque en los estudios. Sin embargo, su regreso en 2024, durante la visita oficial de Emmanuel y Brigitte Macron a Marruecos, subrayó su madurez y capacidad para asumir responsabilidades dentro de la familia real. Acompañando a su madre y mostrando su dominio del francés, Lalla Khadija dejó entrever que está lista para desempeñar un papel activo en la monarquía. Con su mayoría de edad, los ojos del pueblo marroquí están fijados en Lalla Khadija, quien se perfila como una figura clave en la evolución de la monarquía. Se espera que, en los próximos años, su implicación en causas sociales y su labor en pro de los derechos de las mujeres y la infancia la consoliden como un referente dentro de la sociedad marroquí. La historia de Lalla Khadija apenas comienza, y su camino como futura líder de la realeza representa una oportunidad única para la monarquía alauí de modernizar su imagen y conectarse más profundamente con su pueblo.