Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Desastres Naturales 14.02.2025
Los científicos están en máxima alerta ya que los niveles de amenaza para tres importantes volcanes de EE. UU. han sido elevados, lo que indica que las erupciones pueden ser inminentes. El jueves, el Servicio Geológico de EE. UU. (USGS) clasificó al volcán Great Sitkin de Alaska en un nivel de 'Vigilancia', mientras que el monte Spurr fue colocado bajo estado de 'Asesoría' debido a la actividad sísmica incrementada. En Hawái, el renombrado volcán Kilauea también se encuentra en 'Vigilancia' tras su última erupción a principios de esta semana.
La situación en Great Sitkin se ha vuelto particularmente notable, ya que la lava comenzó a erupcionar dentro de su cráter en la cima esta semana, acompañada de pequeños terremotos. Este desarrollo sigue a una reciente historia de agitación, marcada por una erupción violenta en mayo de 2021, que lanzó una pluma de ceniza a más de 15,000 pies en la atmósfera. Tales erupciones pueden impactar significativamente la aviación, lo que llevó al USGS a emitir advertencias urgentes para las aeronaves en las cercanías.
El monte Spurr, ubicado aproximadamente a 80 millas de Anchorage, ha mostrado un preocupante aumento en la actividad sísmica durante los últimos diez meses. El Observatorio de Volcanes de Alaska reportó un aumento en los terremotos de un promedio de 30 a 125 por semana, especialmente desde principios de octubre. Los expertos creen que esta escalada es indicativa de nuevos movimientos de magma bajo el volcán, lo que genera temores de una eventual erupción. Si el monte Spurr erupciona, podría producir plumas de ceniza peligrosas, deslizamientos de tierra mortales conocidos como lahares, y flujos piroclásticos de rápido movimiento que podrían devastar todo a su paso, aunque afortunadamente, no hay comunidades directamente en riesgo de tales eventos.
Mientras tanto, Kilauea ha estado más activo, erupcionando a principios de esta semana por novena vez desde el 23 de diciembre. La reciente erupción vio fuentes de lava alcanzando alturas de más de 300 pies, acompañadas de emisiones de gas, ceniza y vidrio volcánico, todos los cuales representan serios riesgos para la salud de los residentes cercanos. Sin embargo, hasta ahora, no se han amenazado áreas residenciales por los flujos de lava. La actividad del volcán se ha calmado algo, pero los expertos advierten que otra erupción podría ocurrir en los próximos días.
El USGS emplea un sistema de niveles de alerta estandarizado para monitorear la actividad volcánica, que incluye clasificaciones como 'Normal', 'Asesoría', 'Vigilancia' y 'Advertencia'. Estas alertas son críticas para informar a las comunidades y a las autoridades de aviación sobre posibles peligros. EE. UU. alberga 169 volcanes activos ubicados en varios estados, incluidos Alaska, Hawái y el Noroeste del Pacífico, todos los cuales son monitoreados continuamente en busca de signos de agitación.
A medida que la situación evoluciona, los científicos enfatizan la importancia de la vigilancia y la preparación, particularmente para las comunidades que podrían verse afectadas por emisiones de ceniza y gas, incluso si no están directamente en la trayectoria de los flujos de lava. La actividad elevada de estos volcanes sirve como un recordatorio contundente de la naturaleza dinámica de nuestro planeta y los peligros potenciales que yacen bajo la superficie. Como siempre, los residentes en regiones volcánicas deben mantenerse informados y atender las advertencias de las autoridades geológicas.
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