
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




Mundo 09.02.2025
La reciente obra de la Catedrática emérita María de los Ángeles Pérez Samper, titulada "Barcelona, corte. Las visitas reales en la Edad Moderna", se presenta como una contribución fundamental al estudio de la historia de la ciudad condal y su relación con la monarquía española entre los siglos XV y XVIII. Este meticuloso análisis ofrece un recorrido a través de las visitas de los distintos reyes de España a Barcelona, un tema que, aunque ha sido tratado en otras obras, ahora adquiere una nueva dimensión bajo la perspectiva de una autora que ha dedicado su vida al estudio de la historia de España, y en particular de Cataluña.
La autora, conocida por su carácter afable y su compromiso con la libertad de pensamiento, ha demostrado una solidez académica a lo largo de su carrera. En sus más de 500 páginas, Pérez Samper despliega un relato que combina rigor histórico y una narrativa accesible, logrando que su obra sea atractiva tanto para académicos como para el público general. En este nuevo libro, la autora no solo repasa las visitas de los reyes, sino que también reflexiona sobre la presencia simbólica de la monarquía en un contexto en el que la figura del rey no siempre estaba presente físicamente.
El primer capítulo de la obra introduce el concepto de la "presencia de rey ausente", enfatizando cómo la ausencia del rey podía influir en la psique de los catalanes. Pérez Samper señala que la figura del monarca era esencial para la cohesión del Reino, actuando como un punto de referencia vital en tiempos de incertidumbre. Esta idea se traduce en la historia de los virreyes, quienes, a pesar de ser considerados como los representantes del rey, nunca pudieron sustituir la importancia que la figura del monarca tenía en la esfera pública.
El análisis de las visitas reales comienza en 1479, con la llegada de Fernando el Católico a Barcelona, un acontecimiento que marcó un hito en la relación entre la Corona de Aragón y sus súbditos. La autora describe la recepción festiva que el rey recibió en tales ocasiones, resaltando la importancia de estas visitas para la legitimación del poder real en una región que en ocasiones se mostraba reacia a la centralización del poder. Además, el regalo simbólico de un tigre y un elefante a Fernando en su primera visita subraya la magnificencia de estos encuentros.
Sin embargo, no todas las visitas fueron bien recibidas. La frustrante experiencia de Fernando al encontrar reticencias por parte de las Cortes catalanas en 1480-1481 es un claro ejemplo de la complejidad de las relaciones entre los monarcas y sus súbditos. Estas tensiones, lejos de ser un obstáculo, enriquecen el relato de Pérez Samper, quien destaca cómo la política y la diplomacia eran elementos constantes en estas interacciones.
El impacto de la llegada de los Reyes Católicos de nuevo a Barcelona en 1492, tras the Reconquista, añade otro nivel a la exploración de la autora. La intensa mezcla de celebraciones y negociaciones, así como el intento de consolidar la fusión entre la monarquía y los súbditos, se convierte en un tema central. Este viaje no solo fue un símbolo de victoria, sino que también estuvo marcado por el atentado contra Fernando, un episodio que refleja las tensiones políticas de la época.
A medida que el siglo XVI avanza, la obra continúa con la figura de Carlos I, quien realizó múltiples visitas a la ciudad. Su llegada en 1519 se convirtió en un evento significativo que incluyó la celebración de exequias y la recepción de noticias trascendentales para su reinado. Pérez Samper detalla cómo las visitas de los monarcas no eran meras formalidades, sino momentos cruciales que influían en la historia de España.
Carlos V, al igual que sus antecesores, también encontró en Barcelona un espacio donde reafirmar su poder. La autora cuenta cómo las múltiples visitas de este emperador a la ciudad se debieron a su deseo de fortalecer la relación con sus súbditos, reflejando una política exterior que necesitaba de la participación activa de los catalanes. Esta conexión se hace evidente en su atención a las cuestiones locales y en el hecho de que, ante cada visita, surgieran nuevos momentos de diálogo y celebración.
En el contexto de la obra, la figura de Felipe II emerge como un personaje que, aunque menos presente que su padre, también dejó una huella significativa en Barcelona. Las descripciones de sus visitas a la ciudad, acompañadas de sus hijos, muestran cómo estas jornadas no solo cumplían un propósito político, sino que también eran momentos de intensa carga emocional, donde la familia real se mostraba cercana a sus súbditos.
La obra de Pérez Samper se erige, por tanto, como un reconocimiento al papel que Barcelona jugó como corte real en la historia de España, un espacio donde la monarquía y los catalanes interactuaron en un marco de complejidad y riqueza histórica. La autora concluye que estas visitas reales merecen ser recordadas en la narrativa histórica, no solo por los eventos que las rodearon, sino por la forma en que moldearon la percepción del poder real en Cataluña y el impacto de estos encuentros en la historia más amplia del país.
Mundo
Controversia En Glastonbury Por Mensajes Políticos Incendiarios De Artistas Musicales
Author 30.06.2025

Política
Conflicto Entre Rutas De Lima Y Alcaldía De Lima Podría Costar 2,700 Millones Al Perú
Author 30.06.2025

Deportes
Ilia Topuria Sueña Con Ser El Primer Triple Campeón De La UFC En La Historia
Author 30.06.2025
