El gobierno del Reino Unido considera reformas para proteger los derechos de personalidad ante las preocupaciones sobre los deepfakes de inteligencia artificial.

A medida que las tecnologías de inteligencia artificial, en particular las aplicaciones de deepfake, continúan evolucionando, la cuestión de los derechos de personalidad en el Reino Unido ha sido objeto de un creciente escrutinio. A diferencia de muchas naciones europeas que han establecido protecciones legales para los derechos de personalidad, el Reino Unido se basa en un marco legal fragmentado que puede dejar a las personas, especialmente a figuras públicas como actores y músicos, vulnerables al uso no autorizado de sus imágenes e identidades. A la luz de estos desafíos, el Gobierno del Reino Unido está considerando ahora reformas potenciales para salvaguardar mejor estos derechos, con un enfoque específico en cómo la IA puede afectar el control de las personas sobre sus imágenes y semejanzas. Actualmente, las personas en el Reino Unido deben navegar por una variedad de vías legales para proteger sus derechos de personalidad, incluidas las leyes de passing off, derechos de autor y marcas registradas. El passing off es la protección más invocada, donde una celebridad debe demostrar buena voluntad en su nombre o imagen, una tergiversación por parte de otra parte y el daño resultante. Casos emblemáticos como *Irvine v Talksport Ltd* y *Fenty v Arcadia Group Brands Ltd* ilustran la complejidad y la variabilidad en los resultados al establecer una reclamación. Sin embargo, estas rutas a menudo carecen de la especificidad y robustez de las protecciones observadas en jurisdicciones con leyes de derechos de personalidad dedicadas. La ley de derechos de autor proporciona algunas vías de protección, particularmente en casos donde se utilizan obras originales que presentan a un individuo sin permiso. Sin embargo, no ofrece un control directo sobre la semejanza de un individuo. Además, los derechos de autor no otorgan automáticamente derechos a los individuos sobre sus propias imágenes, lo que puede complicar las cosas en escenarios de deepfake donde la imagen de una persona es manipulada sin consentimiento. La ley de marcas registradas ofrece otra capa de protección potencial, permitiendo a las personas registrar sus nombres o semejanzas como marcas para prevenir el uso comercial no autorizado. Sin embargo, esta vía no está exenta de limitaciones. El requisito de que una marca sea distintiva, la posibilidad de revocación por falta de uso y los desafíos para demostrar el registro de mala fe significan que esta ruta no es una solución universal para los derechos de personalidad. El aumento del contenido generado por IA, especialmente los deepfakes, plantea un desafío único para estos marcos existentes. Estas tecnologías pueden crear representaciones altamente realistas de individuos, lo que genera preocupaciones entre los artistas sobre el uso no autorizado que podría amenazar sus medios de vida. La consulta en curso del Gobierno sobre derechos de autor e IA, que invita a comentarios hasta febrero de 2025, reconoce la necesidad de reexaminar si las leyes actuales protegen adecuadamente a las personas en la era de la IA. Muchos en las industrias creativas están abogando por la introducción de un derecho de personalidad estatutario. Tal derecho reconocería explícitamente el control de un individuo sobre el uso comercial de su identidad. Esta propuesta se alinea con los desarrollos recientes en Estados Unidos, donde se están llevando a cabo discusiones sobre protecciones federales para réplicas digitales. Sin embargo, introducir una nueva forma de protección de propiedad intelectual en el Reino Unido es un asunto complejo que requiere una cuidadosa consideración de la interacción entre los derechos de personalidad, la libertad de expresión y la necesidad de flexibilidad de las industrias creativas. Los llamados a la reforma destacan la urgencia de abordar estas lagunas en la protección. Un marco legal estatutario unificado podría proporcionar claridad y consistencia, beneficiando tanto a individuos como a empresas en la navegación de sus derechos y obligaciones. Este cambio no solo empoderaría a las personas para proteger mejor sus identidades, sino que también fomentaría un enfoque más responsable en el uso de tecnologías de IA en campos creativos. Por ahora, los profesionales y las personas deben seguir confiando en el paisaje legal existente, aunque irregular, para salvaguardar sus derechos. A medida que el Gobierno del Reino Unido avanza en sus consultas, las partes interesadas esperan con interés los resultados, que podrían allanar el camino para un marco más robusto y coherente para los derechos de personalidad frente a la rápida evolución de la tecnología. El futuro de los derechos de personalidad en el Reino Unido está en la balanza, mientras el gobierno pondera la necesidad de reforma frente a las complejidades de implementar dichos cambios de manera efectiva.