Corte Suprema disuelve A.N.T.A.U.R.O. y cierra capítulo para Antauro Humala

La Corte Suprema ha tomado una decisión histórica al ratificar la disolución de la organización política Alianza Nacional de Trabajadores, Agricultores, Universitarios, Reservistas y Obreros (A.N.T.A.U.R.O.), liderada por el controvertido Antauro Humala. Esta resolución, que se conoció el pasado miércoles, llega en un momento crucial para el futuro político de Humala, quien aspiraba a participar en las elecciones generales de 2026. La decisión unánime de la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema pone un punto final a las posibilidades de que el líder etnocacerista pueda inscribirse en el registro electoral. La sentencia confirma el fallo de primera instancia que había declarado la ilegalidad de A.N.T.A.U.R.O., ordenando no solo la cancelación de su inscripción, sino también el cierre de sus locales y la prohibición de su reinscripción en el Registro de Organizaciones Políticas (ROP) del Jurado Nacional de Elecciones (JNE). La Corte ha dejado claro que no hay margen para reinterpretar la decisión anterior, desestimando los recursos de apelación presentados por la defensa de la organización. A lo largo de la audiencia, los representantes de A.N.T.A.U.R.O. argumentaron que Antauro Humala era solo un "militante más" dentro de la organización y que actualmente se encontraba suspendido. Sin embargo, este alegato no fue suficiente para cambiar la opinión del tribunal, que vio en la figura de Humala una influencia demasiado significativa en la organización como para ignorar su impacto en la misma. Rubén Ramos Zapana, dirigente de A.N.T.A.U.R.O., expresó su preocupación por el impacto de esta decisión en los más de 36,000 afiliados que conforman la organización. En sus declaraciones, Ramos insistió en que la disolución afectaba los derechos de sus miembros, al tiempo que denunciaba lo que consideró "desinformación mediática" en torno a la relación entre Humala y el partido. Su argumentación, aunque apasionada, no logró convencer a los magistrados de que la organización debería continuar existiendo. Por su parte, el abogado de A.N.T.A.U.R.O., Jesús Barboza, se esforzó por aclarar que la única representación legítima de la organización recae en Ramos Zapana, descartando cualquier vínculo de Humala con las actividades del partido. Este intento de desvincularse de Humala se presenta como un esfuerzo por evitar la responsabilidad colectiva por las acciones del líder etnocacerista, quien ha sido objeto de múltiples controversias a lo largo de su carrera política. El fiscal adjunto supremo, Hernán Mendoza, argumentó en contra de la apelación de A.N.T.A.U.R.O., señalando que sus alegaciones eran meras repeticiones de los argumentos anteriores y carecían de sustento suficiente para modificar la sentencia. Mendoza enfatizó que la resolución no contraviene la Ley de Organizaciones Políticas y que la totalidad del proceso se había llevado a cabo de manera adecuada y justa. La Corte ha dejado claro que no se permitirá que las acciones de un líder individual pongan en riesgo la integridad y los principios bajo los cuales se rige la ley electoral. Este tipo de decisiones son esenciales para mantener la estabilidad política y el orden democrático en el país, especialmente en un contexto donde la polarización y la desconfianza hacia los partidos políticos son cada vez más evidentes. La caída de A.N.T.A.U.R.O. también plantea interrogantes sobre el futuro de la militancia etnocacerista en Perú, un movimiento que ha buscado reivindicar la identidad indígena y los derechos de las comunidades más vulnerables. Sin embargo, la figura de Humala ha estado marcada por la controversia y los conflictos con la ley, lo que ha generado un rechazo significativo en diversos sectores de la sociedad. Con la disolución de A.N.T.A.U.R.O., se abre un nuevo capítulo en la historia política del país, uno que podría tener implicaciones de largo alcance en la forma en que se organizan y regulan los partidos políticos en Perú. La decisión puede ser vista como un precedente importante en la lucha contra la corrupción y el abuso de poder en el ámbito político. Finalmente, mientras Humala se prepara para presentar un nuevo recurso que busca frenar las amenazas que ha lanzado contra expresidentes, queda por verse cómo se desarrollarán los acontecimientos en el escenario político peruano. La disolución de su partido parece ser un fuerte golpe para sus ambiciones futuras, pero el debate sobre su figura y su influencia en la política peruana probablemente continuará en los meses venideros.