El sur de California enfrenta la amenaza de inundaciones mientras una tormenta invernal golpea fuertemente las áreas quemadas.

A medida que el sur de California se prepara para su primera lluvia significativa de la temporada invernal, las áreas recientemente afectadas por incendios forestales en el condado de Los Ángeles enfrentan un riesgo elevado de inundaciones y deslizamientos de tierra. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha emitido una advertencia, indicando una probabilidad del 10% al 20% de inundaciones repentinas y posibles flujos de escombros en estas regiones vulnerables, particularmente en aquellas afectadas por los incendios de Bridge, Palisades, Franklin, Eaton y Hughes. La urgencia de la situación proviene de las condiciones únicas creadas por los recientes incendios forestales. El intenso calor de las llamas altera la composición del suelo, haciéndolo menos absorbente al agua. En consecuencia, cuando cae la lluvia, tiende a fluir sobre la superficie en lugar de absorberse en el suelo, lo que puede llevar a peligrosos flujos de barro y escombros. Ryan Kittell, un meteorólogo del NWS, enfatizó la necesidad de que los residentes se preparen para escenarios de peor caso, a pesar de que los deslizamientos de tierra significativos no son el resultado más probable. El riesgo elevado ha llevado a las autoridades a aconsejar a los residentes que eviten las áreas recientemente quemadas y se preparen para posibles evacuaciones o problemas de acceso a las carreteras. Se ha emitido un aviso de inundación para el período de mayor preocupación desde la tarde del domingo hasta la tarde del lunes, con los meteorólogos prediciendo que la noche del domingo se experimentará una lluvia especialmente intensa. Las previsiones indican que la tormenta, que se espera que sea de movimiento lento, podría generar una precipitación sustancial en los condados de Los Ángeles y Ventura. Las precipitaciones podrían alcanzar entre 1 y 2 pulgadas en áreas montañosas, mientras que las regiones urbanas podrían ver totales que oscilan entre media pulgada y casi una pulgada. Si la lluvia cae a tasas superiores a las esperadas, particularmente sobre las cicatrices de quemaduras, el potencial de flujos de escombros severos aumenta significativamente. Además del riesgo de inundaciones, la tormenta también podría traer vientos fuertes e incluso granizo pequeño, con ráfagas que se espera alcancen las 60 mph en ciertas áreas de las colinas. Estas condiciones podrían llevar a una conducción peligrosa, retrasos en los aeropuertos y la posibilidad de cortes de energía. Si bien esta lluvia inminente es urgentemente necesaria en una región que actualmente enfrenta sequías extremas o severas, persisten las preocupaciones sobre la interacción de las fuertes lluvias con las recientes cicatrices de incendios en el área. El centro de Los Ángeles ha registrado solo 0.16 pulgadas de lluvia desde principios de octubre, lo que representa apenas el 2% del promedio estacional de la zona. La lluvia pronosticada no solo aliviará el paisaje seco, sino que también servirá como una prueba crítica para la resistencia de las áreas afectadas por el fuego. A medida que la región se prepara para esta tormenta invernal, las autoridades instan a los residentes a mantenerse alerta, abastecerse de suministros necesarios y prestar atención a las advertencias sobre los peligros potenciales de transitar por áreas propensas a inundaciones. La interacción entre la sequía y el fuego ha creado una situación precaria que requiere tanto precaución como preparación a medida que el sur de California entra en una nueva fase de su patrón climático invernal.