El sur de California enfrenta una amenaza de inundaciones repentinas tras los incendios forestales: la preparación es clave.

Mientras los residentes del sur de California se preparan para una tormenta de fin de semana, la amenaza de inundaciones repentinas y flujos de escombros se cierne sobre ellos tras semanas de devastadores incendios forestales que han dejado el paisaje marcado y vulnerable. Con las condiciones críticas de clima de incendio disminuyendo, la atención se ha desplazado al peligroso potencial de fuertes lluvias en áreas afectadas por recientes incendios, como los de Palisades y Eaton. Los pronosticadores predicen hasta tres cuartos de pulgada de lluvia para ciertas regiones, lo que, combinado con los extensos daños causados por los incendios forestales, establece un escenario para condiciones peligrosas. Mark Pestrella, Director del Departamento de Obras Públicas del Condado de Los Ángeles, ha advertido que el daño a las cuencas hidrográficas es tan severo que podría resultar en flujos masivos cargados de escombros cuando caiga la lluvia. “En un evento en el que tengamos lluvia intensa, esperamos que todas las áreas de las calles y todas las comunidades se vean afectadas por flujos de escombros que podrían ser peligrosos para la salud humana”, advirtió Pestrella. Los incendios forestales han despojado a la tierra de su vegetación, que normalmente absorbe la lluvia, y han creado una capa hidrofóbica en el suelo que repele el agua. Este escenario conduce a un escurrimiento rápido, aumentando el riesgo de inundaciones repentinas y flujos de escombros. Estos peligrosos flujos pueden comenzar en colinas y montañas, ocurriendo incluso durante lluvias relativamente ligeras, y pueden viajar a velocidades de hasta 35 mph, superando con creces a cualquiera que intente escapar. Los precedentes históricos destacan los graves peligros que representan los flujos de escombros. La trágica secuela del incendio Thomas en 2017, que resultó en la muerte de 23 personas y la destrucción de más de 400 hogares en Montecito, sirve como un sombrío recordatorio de las posibles consecuencias de estos desastres naturales. En preparación para la tormenta que se avecina, los funcionarios estatales están tomando medidas. El lunes, el gobernador Gavin Newsom emitió una orden ejecutiva destinada a acelerar las medidas de control de inundaciones mientras los residentes regresan a sus hogares tras las evacuaciones vinculadas al incendio de Palisades. Mientras tanto, los funcionarios de Pasadena instan a los residentes a preparar sus propiedades para posibles deslizamientos de tierra. Los residentes locales ya se están preparando, algunos acopiando sacos de arena, expresando temores sobre la amenaza inminente. Eugene Escarrega, un residente de Pasadena, expresó su preocupación por los escombros que bloquean los sistemas de drenaje, afirmando: “Si el agua cae directamente, va a entrar por mi puerta principal”. De manera similar, Carrie Galpin, residente del área de Palisades, recordó los deslizamientos de tierra del año pasado y compartió sus preocupaciones sobre lo que podría suceder esta vez: “Incluso ahora que los incendios han sido extinguidos, las amenazas inminentes de lodo y flujos de escombros son una amenaza significativa para la seguridad de nuestras comunidades”. La presidenta de la Junta del Condado de Los Ángeles, Kathryn Barger, enfatizó la urgente necesidad de realizar trabajos preventivos para mitigar estos riesgos. “Es imperativo que este trabajo preventivo comience de inmediato”, declaró, destacando la amenaza continua que representan los incendios forestales incluso después de haber sido apagados. Los expertos advierten que los efectos de los incendios forestales pueden durar años, creando riesgos elevados de inundaciones y deslizamientos de tierra. El Dr. Jason Kean, un hidrólogo del Servicio Geológico de los Estados Unidos, señaló que el cambio climático está exacerbando estos problemas, con incendios forestales que aumentan en tamaño y severidad, dejando más terreno expuesto y vulnerable. A medida que las nubes de tormenta se acumulan, los residentes de California se encuentran navegando entre las amenazas duales de fuego e inundación, con la vigilancia y la preparación convirtiéndose en componentes esenciales para salvaguardar vidas y propiedades en este clima desafiante.