La búsqueda de independencia de Harry y Meghan enfrenta una reacción pública y una crisis de identidad.

La búsqueda de independencia de Harry y Meghan enfrenta una reacción pública y una crisis de identidad.

El príncipe Harry y Meghan Markle enfrentan una reacción pública en el Reino Unido, Canadá y Estados Unidos, luchando con las percepciones en medio de su búsqueda de independencia.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Mundo HACE 10 HORAS

La salida del príncipe Harry y Meghan Markle de sus deberes reales ha sido todo menos una transición fluida, ya que continúan lidiando con la percepción pública en el Reino Unido, Canadá y Estados Unidos. Su búsqueda de independencia ha desatado un intenso debate, revelando una marcada división en la forma en que son vistos por el público en estas regiones. En el Reino Unido, la pareja es frecuentemente retratada como traidores. Los críticos argumentan que explotan sus títulos reales mientras se distancian de la institución que les otorgó prominencia. Esta percepción se ve agravada por su estilo de vida lujoso en una mansión en California valorada en £10.9 millones ($14 millones), muy alejada de sus obligaciones anteriores. Una encuesta reciente muestra que un asombroso 65% de los británicos tiene una opinión negativa sobre Meghan, y el 45% la categoriza como "muy negativa". Mientras tanto, la popularidad de Harry ha caído a solo el 26%, ya que muchos lo etiquetan como "consentido" y "desagradecido". Su memoria, "Spare", solo ha profundizado esta brecha, revelando asuntos familiares íntimos que muchos ven como una traición. La monarquía, un pilar de la identidad y tradición británicas, sigue siendo una institución apreciada. Muchos ven las acciones de Harry y Meghan —que van desde entrevistas reveladoras hasta documentales de confesiones— como desafíos directos a este establecimiento venerado. Sus declaraciones y acciones provocativas resuenan mal entre un público que aún tiene en alta estima a la Corona, particularmente entre la clase trabajadora. Al otro lado del Atlántico, la breve estancia de Harry y Meghan en Canadá levantó cejas al interrumpir los delicados lazos del país con la monarquía. Si bien los canadienses históricamente han mantenido una distancia respetuosa de la Corona, las acusaciones de que el dinero de los contribuyentes podría financiar su seguridad desataron un importante rechazo. Tras su entrevista de 2021 con Oprah Winfrey, donde surgieron alegaciones de racismo dentro de la familia real, el sentimiento público cambió, y muchos canadienses comenzaron a cuestionar la relevancia de la monarquía por completo. En Estados Unidos, la pareja ha recibido respuestas mixtas. Si bien hay una fascinación por la realeza británica, muchos estadounidenses se sintieron consternados por la supuesta traición a la difunta reina Isabel II. Las repercusiones de su entrevista con Oprah y el contenido subsiguiente, incluida la memoria de Harry y su serie en Netflix, han ido disminuyendo gradualmente su atractivo. Alegaciones de círculos sociales sugieren que su estatus en Los Ángeles está flaqueando, ya que amigos de alto perfil supuestamente se están distanciando. Profesionalmente, sus proyectos han tropezado. La reciente decisión de Spotify de poner fin a su lucrativo acuerdo de podcast con Archewell Audio, después de producir solo una docena de episodios en dos años, ha llevado a los críticos a argumentar que la pareja aún no ha tenido un impacto significativo en la cultura o la sociedad estadounidense. Este fracaso en cumplir con sus promesas plantea preguntas sobre su futuro en la industria del entretenimiento. Además, la perspectiva de una posible reelección de Donald Trump plantea más desafíos para Harry. El ex presidente ha criticado públicamente al príncipe, y hay preocupaciones sobre la visa de Harry en EE. UU., particularmente a la luz de las confesiones hechas en su memoria. La administración Biden ha protegido hasta ahora sus registros de visa, pero los comentarios de Trump sugieren que el estatus migratorio del príncipe podría ser objeto de escrutinio si vuelve al poder. A medida que el príncipe Harry y Meghan luchan por navegar en sus nuevas vidas, se hace evidente que su búsqueda de libertad está plagada de complejidades. Sus experiencias subrayan no solo los desafíos de la cultura de celebridades moderna, sino también la importancia perdurable de la monarquía en la formación de la opinión pública. Los próximos meses serán cruciales mientras buscan establecer su identidad en un mundo que a menudo los mantiene bajo una lente crítica. Su capacidad para armonizar las aspiraciones personales con las expectativas de una audiencia global diversa sigue siendo incierta, dejando a muchos preguntándose qué depara el próximo capítulo para los Sussex.

Ver todo Lo último en El mundo