Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un poderoso llamado a la acción, Masonia Traylor, educadora y activista sobre el VIH con sede en Atlanta, insta a la comunidad a desmantelar el estigma que rodea al VIH, particularmente dentro de las poblaciones negras. A medida que la ciudad enfrenta la alarmante realidad de ser la tercera más alta del país en nuevas infecciones por VIH, las perspectivas de Traylor iluminan las múltiples barreras que impiden una divulgación efectiva a las personas en riesgo, especialmente a mujeres negras y hombres homosexuales. Traylor enfatiza que un contribuyente significativo a las crecientes tasas de infección es el estigma generalizado asociado al VIH. Ella señala que muchas personas no son conscientes de tratamientos preventivos como el PrEP (profilaxis previa a la exposición), un medicamento que puede reducir significativamente el riesgo de contraer VIH. Desafortunadamente, las discusiones sobre el PrEP a menudo evoca escepticismo, ya que frecuentemente se malinterpreta como un tratamiento exclusivo para la comunidad LGBTQI. “Cuando hablamos sobre el PrEP, hay resistencia”, explica, trazando paralelismos con las conversaciones sociales que rodean el control de la natalidad. Destacando la falta de educación y marketing masivo sobre la salud sexual, Traylor revela que muchas mujeres negras permanecen desinformadas acerca del PrEP. “En una sala de 30 mujeres, tal vez una mujer sepa sobre el PrEP”, afirma, mostrando la urgencia de esfuerzos de divulgación dedicados para mejorar la conciencia y el acceso. Traylor aboga por un enfoque integral que incluya educación para proveedores de salud, organizaciones comunitarias y farmacias para garantizar que el PrEP esté disponible para todos los que lo necesiten. El estigma que rodea al VIH en las comunidades negras, señala Traylor, se ve agravado por narrativas sociales que a menudo mal caracterizan la epidemia. Los prejuicios históricos—como vincular el VIH con el uso de drogas o la promiscuidad—han perpetuado una cultura de silencio y vergüenza. “La gente arma y demoniza el VIH”, afirma, recordando la discriminación que enfrentan las personas que viven con VIH tanto en el ámbito personal como profesional. Este estigma puede ser particularmente dañino en Georgia, un estado donde faltan protecciones laborales y las personas temen perder su vivienda o empleo si su estado de VIH se hiciera conocido. La defensa de Traylor va más allá de la mera concienciación; ella reconoce el profundo impacto psicológico que puede imponer un diagnóstico de VIH. “Un diagnóstico de VIH es un evento traumatizante”, dice, argumentando que el costo emocional que implica merece reconocimiento dentro de los marcos clínicos. Cree que el apoyo de salud mental debería integrarse en la atención del VIH, enfatizando la necesidad de comprensión y compasión en los entornos médicos. La urgencia del mensaje de Traylor se ve subrayada por la realidad continua de las muertes relacionadas con el VIH, que siguen ocurriendo incluso cuando la conversación sobre la epidemia ha disminuido. “La gente sigue muriendo de VIH. Sigue sucediendo, simplemente no es algo de lo que estemos hablando ahora”, advierte, instando a un esfuerzo colectivo para traer el tema de regreso al primer plano de la conciencia pública. A través de su trabajo, Traylor busca empoderar a las personas, especialmente a las mujeres, para que tomen el control de su salud sexual. Destaca la importancia de hacer que el PrEP sea accesible para todos los grupos demográficos, incluidos los hombres heterosexuales, como un medio para combatir efectivamente la epidemia. Su participación en el documental "Unexpected", que narra una red subterránea de mujeres apoyándose mutuamente a través de diagnósticos de VIH en el sur rural, ilustra aún más su compromiso de fomentar la resiliencia y la comunidad. A medida que Atlanta continúa enfrentando su crisis de VIH, el llamado de Traylor a la desestigmatización, la educación y el acceso equitativo a la atención sirve como un recordatorio vital de que abordar este problema de salud pública requiere no solo intervención médica, sino un cambio fundamental en las actitudes sociales hacia quienes viven con VIH.